Portada del libro Todo un cortejo caprichoso. Cien narradores cubanos. Autor: Internet Publicado: 21/09/2017 | 05:16 pm
La selección Todo un cortejo caprichoso. Cien narradores cubanos (Ediciones La Luz, 2011) fue presentado en el Café Las Tres Lucías, como parte de una jornada de actividades previstas para celebrar un aniversario más del triunfo de la Revolución.
La narradora Mariela Varona, quien presentó el volumen, reconoció que la selección es una muestra representativa del quehacer del cuento cubano contemporáneo y de sus jóvenes autores.
Las principales características de estas narraciones se dan a partir del uso de lo metatextual, otros autores asumen el riesgo narrativo y, los últimos, sin apelar a ninguna de las dos formas anteriores, pero elaborando con maestría un tema desde sus perspectivas. Esas son las tres variantes principales que se agrupan en esta selección, donde se completa un mapa con respecto a la creación joven.
Las dos selecciones realizadas por el sello editorial dan fe del momento actual en la creación literaria, primero en la poesía con la publicación de La isla en versos. Cien poetas cubanos, texto que ha sido presentado en diversas regiones del país y es una muestra integra del quehacer poético de estos autores, y ahora con Todo un cortejo… que reúne a los narradores nacidos después de 1970 y que en los últimos años han tomado los rigores de la narrativa para concebir sus historias.
Ambos títulos de Ediciones La Luz confirman el interés del sello editorial por unificar el discurso de los jóvenes en dos selecciones importantes por el número de autores incluidos y el desempeño de los mismos en el ámbito editorial cubano. La forma en que irrumpen, la cantidad de publicaciones, premios y libros publicados por muchos de estos autores da prueba de la calidad de un grupo de escritores que insisten en tejer sus historias desde diferentes maneras de narrar.
Para el conjunto de editores que trabajaron en la selección de los autores una de las cuestiones más respetadas fue «concebir un libro que no se limite a ser una mera compilación de textos, sino un pretexto para mostrar las diversas formas que existen de narrar».
Alcides Pereda, uno de los encargados de la selección expone que Todo un cortejo… es «un libro enfocado en los autores y formas de narrar de los mismos y no en las narraciones de estos. Más que los cuentos mismos, se trató de escoger narradores, pues estos representan estilos, formas de escribir diferentes y filiaciones estéticas que de forma visible o no, representan a una generación de escritores».
A lo que habría que agregar, como dialogan estos textos con la capacidad imaginativa de sus autores, entre los ejemplos más notables se encuentra Pedro de Jesús, Mientras llega el chico a lo punk, donde existe una voz narrativa muy propia de su autor; Pablo Guerra, La fuga de Icaro (o la yagua que está para uno no hay vaca que se la coma), que pertenecen a cuentos habituales en la narrativa cubana contemporánea, con marcado acento en la lectura metatextual, la parodia, el pastiche y la apropiación de narraciones ajenas…
Igualmente se suman las voces de Kenia Leyva, Luis Yuseff, Ernesto Peña, Arianna Naranjo, Marcelo Morales, Lurima Estévez, Irela Casañas, Eldys Baratote, Moisés Mayán, Yordis Monteserrín, Karen Boffil, que desde la diversidad temática construyen universos propios en la manera personal que elaboran su discurso hacia la creación de cuentos.
Al revisar la selección el lector se percatará como hay otros cuentos en los cuales se privilegió el riesgo dentro de las formas narrativas, con una larga lista de autores, tales como Rebeca Murga, Conceptos; Katia Gutiérrez, Sobre la emigración en Cuba; y otros nombres como Víctor H. Pérez Gallo, Jamila M. Ríos, Osdany Morales.
Por último, se encuentran otros cuentos que, sin apelar a ninguna de las dos variantes anteriores, se refuerza el interés propio del autor por abordar un tema desde su perspectiva y hacerlo demostrando el uso adecuado de los recursos narrativos.
Autores como Jorge Labañino, El loco que eres, donde aborda el asesinato como tema y utiliza los resortes propios de la ironía. Los cuentistas Delis M. Gamboa, Frank Castell, Rafael A. Inza y Erwin Caro toman como tema la muerte y la utilizan en sus cuentos de formas diversas.
En el caso de las narradoras Yoandra Santana y Anabel Enrique, parten de la fantasía para crear sus historias, Mae Roque de las relaciones de pareja y Mariné Lufriú, Iriel Alberto García, Alcides Pereda y Serguei Martínez, prefieren la ironía.
Un tema actual y que, por supuesto, sería rico en el tratamiento que se le otorga desde la mirada joven es la homosexualidad, tomando los ejemplos de Adriana Zamora, Zulema de la Rua y Marvelis Marrero como estandartes de un hecho no aislado en la cuentística cubana que se relaciona con el hecho de que, desde la publicación de la noveleta El Ángel de Sodoma de Alfonso Hernández Catá, un conjunto de autores hayan visto en el tema la posibilidad de tomar su visión en aras de la narración. En el año 2009 Alberto Garrandés publicó la selección Instrucciones para cruzar el espejo donde se incluyen un amplio número de narradores que han tratado el tema.
Para Emerio Medina estos cuentos «son historias que abordan cualquier paraje de lo humano y deben ser leídas con el rigor y el ojo crítico de un lector avezado. Se encontrará aquí una muestra de lo mejor que se hace hoy en Cuba dentro de las fronteras de este género tan difícil».
Todo un cortejo…, frase tomada del legado de Virgilio Piñera, autor al que se homenajeó con La isla en versos…, y ahora con esta selección, prueba del quehacer de los narradores cubanos más jóvenes y el retrato de un grupo nucleado en torno a las exigencias de la narración.
Como parte de esta jornada también se presentó el título La eternidad y el peligro de morir, de Víctor H. Pérez Gallo, un libro que abre las puertas a un joven autor, otra de las misiones que las editoriales de la AHS deben cumplir en función de promover el arte joven cubano.