La directora del Ballet Nacional de Cuba (BNC), Alicia Alonso. Autor: Juventud Rebelde Publicado: 21/09/2017 | 04:54 pm
PARÍS, abril 24.— Todo el mundo aplaudió a Cuba, con devoción y respeto, bajo la aureola de Alicia Alonso, una suerte de reconocimiento rotundo a la cultura y las esencias de la isla caribeña en medio de campaña mediáticas, reportó PL.
Abel Prieto, ministro cubano de Cultura, intelectual de verbo agudo, fue directo en su diálogo exclusivo con Prensa Latina: en medio de tantas mentiras, de una sarta de calumnias y difamaciones, el homenaje en Francia a Alicia es un acto de valentía.
Condecorada con la Medalla de Oro de Enghien-les-Bains, entregada por el alcalde Philippe Sueur, integrante de la UMP de centroderecha que encabeza el Gobierno nacional, la prima ballerina assoluta se vio emocionada como pocas veces en su intensa carrera.
«Para Cuba y en lo personal es un momento muy importante que confirma que ni esta ni ninguna campaña va a lograr distorsionar el significado de nuestro país en términos culturales, humanistas, solidarios y políticos», comentó Prieto.
Yo pienso que como decía Raúl (Raúl Castro, presidente de Cuba) en el reciente congreso de la juventud, la verdad tarde o temprano se abre paso, apuntó.
El titular resaltó la determinación de Sueuer y del director del Centre des Arts den Enghien-les-Bains, Dominique Roland, de llevar adelante el tributo a Alicia Alonso y las dos presentaciones del Ballet Nacional de Cuba (BNC) con Giselle.
«Es un ejemplo de dignidad frente a otras instituciones que les correspondía hacer algo similar y no se atrevieron a dar ese paso, abrumados ante la tergiversaciones de nuestra imagen. Por eso no cesamos de agradecer el gesto», recalcó.
El también escritor y miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba consideró que sin Alicia Alonso no se entendería la danza contemporánea, la cultura de la Mayor de las Antillas, «no sólo para nosotros, sino igual para el resto del mundo».
«Está muy feliz, muy vital, con proyectos de futuro inmediato, con esa impronta que le permite recibir una ovación tan estremecedora como la de anoche cuando nadie parecía dispuesto a terminar de agradecerle sus legados», precisó.