Diego Rivera y Frida Kahlo. Un coloquio dedicado al centenario de Frida Kahlo y al cincuentenario de la muerte de Diego Rivera tendrá lugar en la Casa de las Américas, del 12 al 14 de septiembre, bajo el título Una cinta que envuelve una bomba, el cual ha sido tomado de una frase que aparece en el diario de la artista mexicana.
El evento abordará la influencia de estos dos creadores mexicanos en las vanguardias latinoamericanas y la presencia de temas como el género y la autorrepresentación en Frida, y el de la etnia, nación y clase en la obra de ambos. Asistirán destacados estudiosos de Frida y Diego.
De México se espera la participación de las investigadoras y profesoras Teresa del Conde e Ida Rodríguez Prampolini, así como los artistas Rina García Lazo, Arturo García Bustos y Arturo Estrada, discípulos de Frida y Rivera. Por la parte cubana estarán la doctora Adelaida de Juan, crítica de arte y profesora de mérito de la Universidad de La Habana, entre otros invitados.
Durante el encuentro se proyectará la película Frida: naturaleza viva (1983), del director mexicano Paul Leduc, reconocida internacionalmente como la mejor representación cinematográfica de la Kahlo, y habrá también espacio para las artes escénicas. El 12, a las 3:00 p.m., se presentará la pieza Cintas de seda, del dramaturgo y crítico cubano Norge Espinosa, en la que se aborda de manera peculiar la vida de dos mujeres trascendentales en la cultura mexicana e hispanoamericana: Frida Kahlo y Sor Juana Inés de la Cruz.
La clausura del Coloquio estará acompañada por la inauguración de la muestra colectiva Viva la vida: Frida, integrada por 63 obras de 56 artistas miembros del Salón de la Plástica Mexicana. (Aracelys Bedevia)
¿Dónde están los latinos en Venecia?La producción fílmica de América Latina «no está bien representada» en la 64 Mostra de Venecia, a juicio de Rodrigo Díaz, director del Festival de Cine Latino de Trieste y asesor de cine latinoamericano en el certamen italiano.
Los motivos esenciales para esa mala representación son tres, explicó el experto chileno: el primero es que «hay una distancia cultural que no se colma», el segundo es un «problema estructural: faltan salas y eso obliga a reducir el programa», y el tercero que «aunque se ha dado batalla para evitarlo, hay una ausencia de una lectura del mundo y la función del cine en las relaciones internacionales».
El festival «refleja una peligrosa tendencia italiana, su reducción de la visión del mundo. Cuando yo llegué acá en 1974, Italia tenía una gran proyección internacional, a diferencia de ahora». En Italia hay una «falta de compenetración con los problemas» de América Latina, pues «no entienden que el cine nace de una temática social y cultural», agregó.
El certamen veneciano seleccionó este año solo algunas obras brasileñas y mexicanas. No obstante, ninguna de esas películas entró en la competición oficial por el León de Oro. «Por muchos años, hablar de cine de América Latina era hablar de cine comprometido, como si la historia se hubiese quedado pegada. Por eso es más fácil que acá selecciones un filme de este tipo antes que una comedia o un thriller. Y es un fastidio, en América Latina se produce de todo», se quejó Díaz. (EFE).