Foto: Milagros Hidalgo CIENFUEGOS.— Recientemente esta provincia obtuvo el primer lugar en el Festival Nacional de Artistas Aficionados de la FEU, gracias a la pujanza con que se desarrollan las manifestaciones culturales en sus cuatro centros de estudios superiores, así como en las sedes de la universalización de la enseñanza.
Santiago García González es un estudiante de Licenciatura en Estudios Socioculturales, de la sede universitaria municipal de Cruces, destacado en el humorismo gráfico y la pintura naif. Él ha intervenido en diferentes exposiciones provinciales y nacionales, de carácter personal y colectivo. Y alguien que contribuyó —junto a muchos otros— a que la provincia avance de forma tan marcada en un terreno donde, años atrás, la situación no adquiría visos tan optimistas.
Refiere el artista que acudió hace poco al Salón Nacional Universitario de la Plástica, por una invitación cursada por la Universidad de La Habana. En dicha institución antes había ganado un concurso denominado Artes Plásticas y Audiovisuales en la lucha contra el sida.
«Comienzo en la caricatura a mitad de los años 90, sobre todo, a partir de un intercambio de colaboraciones con Salud Mental, en programas preventivos de la esfera», dice.
«Luego me vinculo a la revista humorística La Picúa, del periódico 5 de Septiembre, de Cienfuegos. Es cuando entro con más fuerza en el mundo artístico, participo en diferentes certámenes y obtengo varios lauros.
Santiago asegura haber tocado casi todas las vertientes del humor gráfico; pero, sin vacilaciones, prefiere el «negro» por arriba de otras expresiones. «Es que me permite apelar a la ironía, tanteo cuanto de morbo sea posible, sin llegar a repeler. Suelo ser sardónico en estas obras y es un tipo de humor propicio para caricaturizar cualquier situación», explica las razones de su preferencia.
Este miembro de la ACAA (Asociación Cubana de Artistas Artesanos), a la par, siente particular atracción hacia la pintura primitivista; y, por el momento, le interesa seguir convergiendo en las dos modalidades que le ocupan.
Aficionado de las caricaturas de Liborio «las cuales me convencieron de penetrar en el mundo del humor gráfico», ha sido invitado a intervenir en cerca de 20 montajes personales o colectivos, provinciales y nacionales. Como creador en ascenso, que reconoce el apoyo a su labor de diferentes artistas, justiprecia el respaldo de figuras respetadas aquí en el medio, a la manera de Eduardo Torres (Zuki), Manuel Villafaña (Villa), Douglas Nelson (Chispa) y otros.
«Sobre esta cuerda pretendo seguir moviéndome, hasta ver a dónde llegamos», anhela Santiago.