Bajo la sombra de La Plata. Autor: Dayam González Publicado: 11/01/2025 | 10:11 pm
Ocurrió en el corazón de la Sierra Maestra, allí donde, pese a los años transcurridos, se descubre, hasta en el aire tibio a veces, o muy frío en otras, de los montes la energía guerrillera de Fidel y su tropa rebelde. Fue un diálogo signado por la pasión, el cariño y la honestidad, como viven padres e hijos cuando se sientan a conversar bajo la tranquila frondosidad de las montañas, sobre todo, en tiempos muy retadores para seguir escalando por los senderos abruptos de la libertad.
Por ello nos llegó tan profundo en los sentimientos la entrañable plática entre el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y los jóvenes que anduvieron por los empinados caminos que llevan a la Comandancia General del Ejército Rebelde en La Plata, rodeados de una sorprendente naturaleza y de las legendarias montañas, desde donde bajó victoriosa la Revolución.
Hace 65 años Fidel, junto a más de 300 estudiantes universitarios, volvía también a estas cordilleras, a renovar sus energías para el segundo año de la Revolución. Por eso, fue tan emocionante como extraordinario este «verdadero encuentro con la historia» y el diálogo, con el cual los jóvenes contaron sus vivencias, hablaron del coraje de nuestros héroes, de pruebas difíciles, de fidelidad, de amor a la Patria…
Y mientras ello ocurría este reportero pensaba en aquellos años en los que el hoy Presidente de la República dirigió la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) desde la Universidad Central «Marta Abreu» de Las Villas, incluso, llegó a ser Segundo Secretario del Comité Nacional de la organización. Eran tiempos como los de ahora, difíciles, complejos, se necesitaba del protagonismo de la juventud; y al calor de esos recuerdos nacieron tres interrogantes, en cuyas respuestas tienen las nuevas generaciones una guía, un camino, tareas para seguir haciendo y transformando.
—¿Qué le diría usted a un joven que quisiera enamorar para la causa de la Revolución, para la causa por la que se peleó en estas sierras?
—La Revolución hay que sentirla. Y cuando uno siente la Revolución está convencido de que siempre va a vivir por la Revolución y, por lo tanto, lo que hay es que tratar de hacer todos los días algo que beneficie a la Revolución. Si todos, todos los días hacemos algo en función de la Revolución, la Revolución la estamos defendiendo.
«Y yo creo que esa es la manera en que también tenemos que integrarnos. Es como cada uno de nosotros le aporta todos los días a la Revolución. Y todo eso conectado provoca esa participación colectiva que es la base fundamental de la unidad y del avance de la Revolución. A la Revolución no se le pide, a la Revolución se le da».
—¿De qué debería despojarse la UJC para que siga conduciendo los sueños, las aspiraciones de los jóvenes cubanos?
—No tengan nunca burocracia, no tengan nunca traba.
—¿Y a qué nunca debería renunciar?
—No pueden perder entusiasmo ni compromiso, ni capacidad de escuchar. Muchas veces te dicen hay que dialogar, hay que debatir, pero cada vez que vas a la contraria ahí se acabó el diálogo, o si vamos a dialogar y vamos a debatir es que todo el mundo pueda decir lo que opine, lo que quiera aportar. Vamos a discutirlo y después, una vez encontrada la razón de la mayoría, esa defenderla, aunque uno en un momento determinado no la entendió.
«Por lo tanto, entusiasmo, compromiso, capacidad para escuchar y no pierdan la creatividad. Siempre ser creativos, salirse de lo tradicional. Si esto no lo puedo hacer de esta manera o no me está dando resultados, cómo lo hago de otra manera. También cultivar el optimismo, porque la razón la tiene la Revolución. La razón la tiene el pueblo cubano».
Y al terminar sus respuestas el Presidente, motivado por las esencias del diálogo que se había producido desde su llegada y las circunstancias tan particulares en que ocurría, compartió otras ideas con quienes tienen la responsabilidad de cuidar siempre la obra más hermosa que se conquistó desde la Sierra Maestra, porque, como él ha dicho, «los jóvenes cubanos están entre los que hacen este país, los que sostienen esta Revolución y el sueño de lo que hacemos y haremos en el futuro».
Entonces, a sus interlocutores, esos con quienes es preciso hablar y compartir relaciones, como las importantes personas que son, dijo también que «nosotros no merecemos estar bloqueados. Es injusto, es criminal. Nosotros no hemos agredido nunca a Estados Unidos. Nosotros no hemos hecho nada contra Estados Unidos. Aquí lo único que se hizo es una Revolución para emancipar este pueblo, para darle todos sus derechos y, por eso, nos han condenado. La razón está de nuestra parte y no vamos a ceder en principios.
«El bloqueo se impuso de manera unilateral, lo pusieron los yanquis de manera unilateral, lo tienen que quitar los yanquis y esa será nuestra lucha siempre hasta que lo quiten. Sin ceder en posición. No hay que dar nada a cambio. Porque por ahí a veces aparecen los que dicen ¿por qué Cuba no hace esto? ¿Por qué Cuba no cede en esto? Ceder en qué, si esto es una imposición unilateral.
«Por eso nosotros siempre decimos, si nos vamos a sentar un día en una mesa de negociaciones como se sentó el General de Ejército con Obama es porque va a ser una conversación de iguales y sin imposiciones, sin pedir nada a cambio de inicio. Si no, no hay arreglo. Y eso hay que mantenerlo, porque es ahí donde está la dignidad del pueblo cubano, la defensa de la dignidad del pueblo cubano.
«Y hay una última convocatoria que quiero hacer. Ustedes vieron que yo compartí una idea en el discurso de la Asamblea Nacional del Poder Popular refiriéndome a Martí, cuando ante un insulto a los cubanos por un periódico norteamericano hizo ese famoso artículo que se conoce como Vindicación de Cuba. Primero vean el artículo, estúdienlo, léanlo, siéntanlo, ubiquen a Martí en su etapa, Martí en pleno apogeo de la guerra revolucionaria, organizando todo aquello. Se dijo: esta no se puede dejar pasar y salió a defender a Cuba de manera brillante.
«Nosotros todos los días tenemos que hacer una vindicación de Cuba, cada uno de nosotros y todos nosotros juntos en las redes sociales hay que hacer una vindicación de Cuba y pasa por eso, por todos los días decir cómo somos, lo que hacemos, lo que sentimos y lo que estamos dispuestos a hacer por la Revolución y hacerlo de la manera más elevada, de la manera más culta, de la manera más sentimental, más emocional, sin vulgaridades, sin banalidades, para romper toda esa intoxicación mediática, vulgar, banal, que nos tratan de imponer y que es parte de la colonización cultural. Quieren colonizar nuestra mente para dominarnos. Entonces, todos los días hay que estar y quién mejor que ustedes para estar participando en esa vindicación de Cuba cada día.
«Y para ser consecuente con el pensamiento martiano de que Patria es humanidad siempre que estemos reunidos vamos a pensar en Palestina, vamos a apoyar a Palestina y vamos a denunciar la masacre que hay en Palestina. Eso tampoco lo podemos contemplar indiferentes, tenemos que ser siempre enérgicos y tenemos que tener una parte de nuestros sentimientos con ese pueblo que es también tan heroico como el pueblo cubano».
Las nuevas generaciones están convocadas a no perder su creatividad, entusiasmo, compromiso y capacidad para escuchar. Foto: Dayám González