La Unidad de Trámites de Madruga confirma que cuando se quiere hacer las cosas bien y en tiempo, se puede. Autor: Pablo Massip Publicado: 13/04/2024 | 08:11 pm
Los hermanos Hernández Pérez, Lester y Lenier, aprendieron a vivir del campo junto a su abuelo. A golpe de guataca y sudor, como se dice, conocieron la mejor época para sembrar y cosechar, las diferentes especies de frutas y viandas, el cuidado de cada animal… ¿Quién podría haberles vaticinado a estos hermanos que luego tendrían una minindustria, hoy devenida mypime?
El Álamo es el nombre de la finca y de lo que comenzó siendo un emprendimiento familiar. De envasar el puré de tomate y la pulpa de mango a pequeña escala para satisfacer el consumo de la casa y algunos otros hogares en una venta menor, pasaron a conservar grandes cantidades de estos y más productos.
Buscar en Madruga un ejemplo de resultados positivos en la implementación del proyecto internacional Programa de fortalecimiento de las capacidades municipales para el desarrollo local (Prodel) nos llevó hasta la carretera de Pipián, y más allá, hasta el corazón de estas personas, rodeadas de otros familiares en el afán por hacer crecer una opción de gestión económica sostenible.
Los ojos de Lester se humedecieron varias veces cuando recordó aquel día en el que resultó seleccionado para recibir el equipamiento y la tecnología que le permitió diversificar y ampliar sus producciones. «Fue el empuje que no esperábamos, y a través del proyecto pudimos crecer y comprometernos más con nuestro rol social».
Mermeladas, encurtidos, pulpas, tostones preelaborados, puré... todo exquisitamente preparado, cuidadosamente conservado y debidamente certificado. Expenden en las ferias de su territorio, y en otros a donde han podido llegar, y además donan al hogar de ancianos, al hogar materno y a otros centros.
«No siempre tuvimos el camino desbrozado… hubo muchos obstáculos al principio y trámites lentos sin razón. Se me quitaban las ganas en ocasiones, pero la verdad es que al pensar cuánto habían confiado en nosotros y cómo nos suministraron el apoyo tecnológico y financiero para sustentar un sueño como este, tomaba fuerzas nuevamente».
Las interrupciones en el fluido eléctrico por muchas horas y sin conocimiento previo les han impedido estabilizar su producción en los últimos tiempos. «Y mira las matas de mango cómo están ya; ahorita es tiempo de trabajar con ellos, pero no puedo permitir que se me apaguen las maquinarias y se me eche a perder lo preparado. Es difícil».
Como difícil es también no lograr encadenarse de nuevo con un suministrador de envases, o explotar alguna otra variante que facilite dar salida a la producción en lugar de almacenarla, y no dejar de producir por no tener dónde guardar. «Poco a poco seguiremos avanzando, porque este barco ya no tiene marcha atrás», asevera Lester.
Las producciones de El Álamo son un ejemplo de éxito de un emprendimiento de desarrollo local. Fotos: Pablo Massi
Beneficiarios son ellos, como otras tantas personas, del proyecto Prodel, surgido en el año 2012 como proyecto internacional estructurado en tres fases y auspiciado por la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (Cosude), con la contraparte principal del Centro de Desarrollo Local y Comunitario
(Cedel) institución adscripta al Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente.
Todo a la vez
Imaginar un lugar en el que, con agilidad y eficiencia resolvamos una o varias gestiones en un mismo día, era casi impensable. Visitar luego ese lugar y presenciar en más de una ocasión que su funcionamiento es brillante, fue la certeza de que, efectivamente, cuando se quiere, se puede.
Es también en Madruga, y es en la Unidad de Trámites. Allí coexisten en el mismo inmueble los servicios de notaría, la Oficoda, Planificación Física, Registro Civil, Empleo, pago de multas... A cualquier hora y cualquier día, la posibilidad de encontrar lo que buscamos es real.
¿En qué puede haber ayudado un proyecto como Prodel a que esto fuera de esta manera? El financiamiento para remodelar y construir, el equipamiento para hacer uso de los sistemas automatizados, los servidores para permitir la conexión a las redes pertinentes, aires acondicionados... Y todo ello, al final, es un aporte material, por supuesto, pero no es lo determinante.
Cuando lo tangible estimula lo intangible, ahí es cuando empieza a crecer el resultado. No basta con tener computadoras y paredes nuevas: el sentido de pertenencia es más fuerte que todo eso, y que este centro sea hoy referencia nacional responde a la manera en que sus trabajadores, en su mayoría mujeres, llevan adelante su misión.
Temprano está María Milagros Iglesias Ruiz en la oficina del Registro Civil. Ella vive enamorada de su labor desde que amanece hasta que se acuesta. Hurga en fechas, días, localidades, causas… y entre libros inmensos del siglo XIX, llamadas telefónicas y consultas digitales, puede encontrar los tan solicitados documentos para cualquier gestión.
Ella le agradece al proyecto la facilidad de trabajar más cómoda, sí; pero a ella se le agradece más la amabilidad y la entrega con la que atiende a todos. ¿Quién puede cambiar eso a estas alturas?
Por el desarrollo local y su autonomía
Mailyn Castro Premier, coordinadora general de Prodel e investigadora del Cedel, precisa que este proyecto, como otros similares, enfrentó muchos desafíos cuando surgió porque «era como nadar contracorriente, pero las acciones y el tiempo demostraron que era la ruta correcta».
Desde 2019, su quehacer está amparado por la Constitución de la República, en tanto se reconoce la autonomía municipal en su Artículo 168, así como en otras normativas y espacios de actuación relacionados directamente con el municipio, como la política para impulsar el Desarrollo Territorial, el Plan de Desarrollo Económico y Social al 2030, el Decreto 33 Para la Gestión Estratégica del Desarrollo Territorial y el Programa de Investigaciones de Desarrollo Local en Cuba, entre otros.
«En este marco de acción, se ratifica al desarrollo municipal como un proceso multidimensional y participativo, de transformación y avance sostenible, que parte de la movilización de sus potenciales internos. Son los municipios la instancia fundamental para la gestión del desarrollo territorial.
Las oportunidades de empleo estable, cuyos resultados benefician a los municipios, destacan entre los objetivos de estos proyectos. Fotos: Pablo Massi
«La Política para Impulsar el Desarrollo Territorial (PIDT), define el desarrollo local como un proceso esencialmente endógeno, participativo, innovador y de articulación de intereses entre actores, territorios y escalas (municipal, provincial y sectorial o nacional). Se sustenta en el liderazgo de los Gobiernos municipales y provinciales para la gestión de sus estrategias de desarrollo, dirigidas desde la gestión del conocimiento, la innovación y el fomento de proyectos que generen transformaciones económico-productivas, socioculturales, ambientales e institucionales, con el objetivo de elevar la calidad de vida de la población.
«El objetivo principal es el bienestar de la población y la satisfacción de necesidades e intereses locales, conciliados con la concepción de desarrollo socioeconómico del país, determinada en las políticas y normativas de carácter general que definen los organismos rectores globales y sectoriales.
«Los protagonistas principales de este proyecto son los Gobiernos y actores locales de 27 municipios de 14 provincias del país».
Castro Premier señala que la promoción actual del plan de acción global en favor de las personas, el planeta y la prosperidad, denominado Agenda 2030, la localización de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible y la implementación de la Nueva Agenda Urbana, ratifican la pertinencia del camino escogido por Prodel durante todos estos años de trabajo, cuyo protagonismo recae en los territorios involucrados, de conjunto con las instituciones que se sumaron a esta iniciativa.
—Prodel es un proyecto líder de la autogestión municipal…
—Lo es. Surge del enfoque de desarrollo local y descentralización, cuyo devenir parte de considerar el municipio como espacio básico de gobernabilidad y de vida, según lo establecen las normas jurídicas cubanas, y que en las actuales circunstancias constituye un escenario significativo, donde los habitantes esperan encontrar respuestas a sus necesidades y aspiraciones económicas, materiales y espirituales.
«Los municipios disponen de un conjunto de potencialidades para diseñar e implementar el desarrollo de sus territorios, entre ellas están la institucionalidad presente en cada uno y los niveles de representatividad, la cultura de participación y los espacios y canales diseñados para ello; la infraestructura básica garantizada y el respaldo de programas nacionales; el nivel de instrucción generalizado en la población; el acceso a universidades y centros de investigación que aportan conocimientos y tecnologías necesarias, así como la existencia de reservas productivas de posible subordinación municipal. Es importante destacar que mantenemos un enfoque de inclusión social y sostenibilidad».
Prodel posibilitó en esos 27 municipios la comprensión de la descentralización como elemento clave del desarrollo local y, en particular, la necesidad de las estrategias municipales como instrumento esencial para la toma de decisiones de los Gobiernos a esa escala, enfocada en la gestión de su desarrollo.
«Las capacidades creadas han contribuido a elevar la calidad y efectividad del proceso de planificación y gestión municipal, en un contexto marcado por el incentivo hacia la descentralización y la autonomía, mediante la consolidación de las estrategias de desarrollo municipal.
En la actualidad, los 27 municipios que conforman el programa formularon e implementan sus estrategias, y disponen de equipos de trabajo para su seguimiento.
«Por su parte, las instituciones que han acompañado el programa construyen desde lo local diversas herramientas metodológicas dirigidas a fortalecer las capacidades de los Gobiernos municipales. Además, han contribuido a la formación de multiplicadores y la capacitación de actores locales y supramunicipales para realizar una gestión descentralizada y sostenible del desarrollo local».
Como destaca la investigadora, el 85 por ciento de los municipios que forman parte del Programa disponen de nuevas capacidades. Baste mencionar que durante estos 12 años, a través del fondo de iniciativas de Prodel se apoyó la implementación de 163 proyectos municipales vinculados con las estrategias de desarrollo municipal.
Todo ello, agrega, incrementó el acceso de la población a materiales de construcción, y también los subsidios otorgados a personas en situación de vulnerabilidad, la creación de empleos, el mejoramiento de la imagen urbana y el incremento de los ingresos de los municipios; además del fomento de encadenamientos productivos entre el sector estatal y privado, la recuperación de inmuebles de la infraestructura de los servicios sociales, la transferencia de tecnologías, entre otras ventajas.
«Otros resultados son los relacionados con la gestión integrada del hábitat en los asentamientos humanos, el incremento de capacidades para mejorar la gestión de residuos sólidos, con énfasis en el reciclaje, el diseño y puesta en funcionamiento de centros de gestión de riesgos y puntos de alerta temprana para la reducción de riesgos ante desastres naturales, y la utilización de fuentes renovables de energía».
—El beneficio también es visible en las personas…
—Se sienten útiles, importantes, cooperativos y valiosos con la labor que realizan. Mejoran sus condiciones de trabajo, tienen estabilidad en los empleos, un trabajo dignificado; mejoran la vida de otras personas, desarrollan capacidades personales que, en definitiva, tributan al desarrollo local.
«El proyecto confirma que la familia es el primer grupo a la hora de recibir beneficios de los cambios personales, y se expresan en mejores condiciones de vida físicas, materiales, cognitivas y espirituales. Sin dudas, esta es una evidencia de impacto en beneficiarios indirectos de los proyectos municipales.
«Se tiene un mejor acceso a los productos cuando se acercan las producciones a sus barrios y comunidades. También mejora la calidad de ellos y se diversifican las fuentes de alimentación.
«Asimismo, han mejorado las condiciones higiénico-sanitarias en varios municipios a partir de la ejecución de proyectos orientados al fortalecimiento de capacidades para la gestión de residuos sólidos de manera más integral, lo cual repercute en la educación ambiental y la participación de las personas.
«Aumentaron las acciones con enfoque de adaptación al cambio climático en los territorios, mediante la ejecución de proyectos que introducen nuevas tecnologías de riego o modernizan las existentes. Además tenemos nuevas estrategias de manejo para elevar la eficiencia del uso del agua y de fuentes renovables de energía, lo cual evidencia un incremento de la cantidad de energía obtenida por esta vía mediante biodigestores, celdas fotovoltaicas, calentadores solares y el empleo de la biomasa.
—Con Prodel se ha demostrado que la participación social y el compromiso de los actores sociales permite consolidar e institucionalizar los cambios que se van produciendo…
—También se ha propiciado el acceso por igual de hombres y mujeres beneficiados con el Programa a las oportunidades y recursos y se han fortalecido las estructuras locales mediante el estímulo a las prácticas innovadoras, creadoras y emprendedoras, las redes sociales y sinergias de trabajo en equipo en los municipios seleccionados. Lo que se generó con el apoyo internacional, hoy está en nuestras manos mantenerlo y hacerlo sustentable. Depende de las personas, y ahí radica la verdadera valía de lo logrado.