Carlos Lázaro Jiménez Puerto, un joven Doctor en Ciencias que apuesta por los vínculos universidad y empresa. Autor: Cortesía del entrevistado Publicado: 20/03/2024 | 12:32 am
SANCTI SPÍRITUS.— Negados a hacer ciencia solo al interior de los muros universitarios, han conquistado el sistema empresarial de este territorio. Opuestos a seguir con tesis, investigaciones y proyectos luego engavetados, han logrado cosechar ciencia útil para la sociedad.
Con esas máximas, el claustro y el alumnado de la Facultad de Ciencias Técnicas y Económicas de la Universidad de Sancti Spíritus José Martí se han robado el show de la academia, más allá de las fronteras de la región central del país.
«Uno de los de mayor resultado es el proyecto sectorial del Ministerio de Educación Superior (MES) sobre desarrollo sostenible: La formación de competencias laborales en directivos de sectores estratégicos para un eficiente desarrollo local», explica Carlos Lázaro Jiménez Puerto, vicedecano de Investigación y posgrado de dicha facultad.
«Logramos implementar un grupo de acciones en el turismo, la división territorial de RadioCuba, la refinería Sergio Soto (municipio de Cabaiguán), la Empresa Agroindustrial de Granos Sur del Jíbaro (La Sierpe), la Dirección Provincial de la Vivienda, su homóloga de la Construcción y, en una última etapa, la empresa Frutas Selectas».
Jiménez Puerto, uno de los más jóvenes Doctores en Ciencias de la casa de altos estudios espirituana, es consciente de que formar competencias profesionales exige tiempo y empeños, mucho más cuando es un recurso humano con vínculos laborales.
«Comenzamos un diagnóstico para conocer cuáles eran las competencias necesarias de los directivos para proyectar el crecimiento de esas entidades en un período de cinco años. De esos primeros resultados se identificaron cinco competencias claves: informacional, científica, gestión de administración, comunicación social y económica. A partir del diagnóstico y la sistematización teórica se elaboró una estrategia de superación profesional.
«No en todas las empresas se impartieron la misma cantidad de cursos ni con los mismos contenidos. Luego corroboramos en la práctica cuáles fueron los cambios a lo interno de dichas entidades a partir de esas competencias, y aplicamos un instrumento de validación a los directivos. También comprobamos con el resto del personal de los procesos si esos directivos fueron capaces de transmitirles esos conocimientos y cómo los evaluaron».
Entre tantas alegrías de un quehacer que robó muchas horas entre 2021 y 2023, Jiménez Puerto recuerda con orgullo cuando comenzaron a recibir avales satisfactorios por parte de las empresas, y todas manifestaron interés en apoyar con financiamiento al proyecto en una segunda versión.
«El mundo se mueve por competencias. Se habla de ella incluso en el modelo económico cubano porque necesitamos profesionales competentes. Pero aún nuestros currículos están orientados a objetivos y habilidades. Por tanto, hay una ruptura de la teoría y la práctica. Es importante ir moviendo el currículo hacia la formación por competencias, entendidas como la consecución de conocimientos, habilidades y actitudes para el desempeño eficiente de una persona en determinada función».
—Con esta experiencia, ¿han podido transformar la formación del estudiante universitario?
—No hemos logrado como MES diseñar un plan de estudio que responda a ello. Pero sí, hoy nuestra facultad propone un ciclo corto de cursos sobre energías renovables y sostenibles, orientado por competencias y rectorado por el departamento de Ingeniería industrial. Es el primer programa presentado en esa modalidad.
—Con los resultados de este proyecto, ¿qué aspiran hacer?
—En Cuba no existe un centro que otorgue una certificación de competencias profesionales. Por ello, en un segundo momento queremos profundizar en los que nos faltó desde el punto de vista teórico, porque todo es perfectible, y vamos a diseñar una herramienta informática, a partir del uso de la inteligencia artificial (IA), que permita evaluar de manera automática las competencias.
«El recurso humano interactuaría con dicha plataforma mediante un cuestionario elaborado por la IA, en dependencia de las funciones del cargo, y así se comprobará si la persona tiene o no las competencias necesarias para un mejor desempeño. Luego se propondría un sistema de acciones para la formación de esas competencias, también apoyado por un ChatBot, donde se encontrarán los conocimientos teóricos resultados del primer momento del proyecto. Así el profesorado intervendría muy puntualmente y el resto del aprendizaje lo asumiría el beneficiado.
«En un tercer momento se realizará la evaluación sobre la base de las deficiencias detectadas en el diagnóstico, y si la persona logra obtener los puntos necesarios recibirá un certificado que avale sus competencias. Sería el primer sistema del país que otorgue certificación de competencias profesionales».
Por el alcance y la novedad, integrantes del proyecto fueron invitados al recién concluido Congreso Internacional de la Educación Superior, Universidad 2024. «Fue este proyecto uno de los financiados económicamente por el MES, incluso en una etapa tan compleja como el de la pandemia.
«Nos acompañaron en la presentación de nuestros resultados el Director nacional de la empresa Frutas Selectas y la dirección nacional de Radiocuba, porque su División aquí es la primera con vínculos directos con una universidad».
Contando y sonando
En un contexto en el que las arcas económicas del sistema empresarial adelgazan por día, que la Empresa de Correos Sancti Spíritus anuncie un ahorro de 1,7 millones de pesos le saca el aire hasta a los menos avezados en las matemáticas.
Gracias a un proyecto nacido en la universidad, la Empresa de Correos Sancti Spíritus tuvo un ahorro de 1, 7 millones de pesos. Foto: Tomada del perfil en Facebook de la entidad
«Ese es otro de nuestros proyectos que responde a una demanda externa de la universidad. Tres profesores trabajaron en optimizar la gestión de la distribución de la paquetería de esa entidad, servicio que durante la pandemia tuvo una alta demanda, pero se generó un retraso en las entregas».
Desde la casa de altos estudios pusieron en manos de ese colectivo un procedimiento más eficiente divido en tres etapas: diagnóstico de los costos, planificación y determinación de la eficiencia de estos, a partir del costo real del servicio de paquetería, y la evaluación del cambio monetario.
«Se hizo un análisis al interior de cada uno de los procesos de la empresa con una mirada económica para ahorrar recursos y aprovechar de manera más eficiente los disponibles».
Gracias a la aplicación de esa herramienta con sello espirituano, la Empresa de Correos Sancti Spíritus en el año 2022 fue reconocida como la mejor en el trabajo de las operaciones postales del país, con destaque para los resultados en el servicio de paquetería.
—A tu juicio, ¿existen resistencias en el sistema empresarial para tocar las puertas de la ciencia?
—Hemos logrado mucho en los últimos años, sobre todo en nuestra facultad. El segundo martes de cada mes hacemos intercambios con las empresas del territorio. Hoy contamos con más de 25 entidades con vínculos directos y muy buenos resultados. Pero sí, el llamado es a seguir estrechando relaciones.