Que cada pionero lleve al Apóstol en el corazón

Este sábado la alegría y el corido volvieron a llenar las calles, plazas y avenidas de esta isla martiana, cuando miles de pioneros corearon los versos sencillos y portaron banderas y carteles para horar al Apóstol en el aniversario 171 de su natalicio. Martí fue el punto de partida, como tantas veces, y la imagen alzada más repetida que se distinguía desde cualquier punto de nuestra geografía.

Y es que los tradicionales desfiles y paradas se ha convertido en un acto feliz, de profundo amor y tributo permatente de nuestros niños al Héroe Nacional. Así fue en la Plaza de la Revolución que en La Habana lleva el nombre del Maestro y dónde estuvieron cerca de 10 000 pioneros de las escuelas primarias y secundarias de los municipios Cerro, Centro Habana y Plaza de la Revolución

Junto a ellos participaron el miembro del Secretariado del Comité Central del Partido y jefe del Departamento de Atención al Sector Social, Jorge Luis Broche Lorenzo, el vice primer ministro de la República, Jorge Luis Perdomo Di-Lella; y Aylín Álvarez García, primera secretaria del Comité Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas.

Frente a todos, Lianet Pazo Cedeño, presidenta de la Organización de Pioneros José Martí, que cada día nuestros niños y adolescentes encarnan a Meñiques, Nenés Traviesas o Pilares para homanajear al amigo sincero y al hombre que escribió para ellos La Edad de Oro e impulsó el espíritu libertador de nuestro pueblo.

Martí, dijo, fue el mentor directo de nuestra Revolución y el patriota de la palabra precisa al que debemos recurrir siempre para interpretar los fenómenos históricos que estamos viviendo. Y agregó que la mejor manera que tiene un pionero de defender la Revolución es con las enseñanzas del Ápostol, y honrándolo siempre.

Allí donde un niño tiene un gesto amable y caballeroso, él está latente. Donde las manos comparten lo que se tiene con aquellos que también lo necesitan, él nos acompaña. Por eso es que tenemos que juntar sus cualidades para ser mejores personas, afirmó a quienes son los que saben querer y la esperanza del mundo como los definió el Apostol.

Luego esos consejos martianos, los pequeños desataron nuevamente la alegría durante el desfile por la Plaza. Antes, una ofrenda floral, en nombre de todos los pioneros, fue depositada en la base del monumento erigido al Ápostol; mientras que otras flores, algunas hechas de papel por sus propios protgonistas, sencillas, pero sinceras, fueron colocadas por niños como los de la escuela Solidaridad con Panamá o los infantes de La Colmenita.