La ETI es una prueba de que la empresa estatal socialista puede ser eficiente y que los jóvenes pueden realizar sus proyectos de vida. Autor: @BioCubaFarma/X Publicado: 14/12/2023 | 09:47 pm
El mayor tesoro que Cuba tiene es la inteligencia de sus hijos. Tal verdad, que puede corroborarse a cada paso, afloró con fuerza en dos escenarios pertenecientes al Grupo Empresarial BioCubaFarma, los cuales fueron visitados este jueves, temprano en la mañana, por el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.
En la unidad empresarial de base Laboratorios Liorad —que pertenece a la Empresa Laboratorios AICA—, y en la Empresa de Tecnologías de la Información (ETI), el Jefe de Estado recibió informaciones detalladas sobre colectivos cuyo signo distintivo ha sido el camino de crear.
En un recorrido durante el cual salían al paso filosofías de trabajo y experiencias que pueden servir a otros espacios del país, el dignatario estuvo acompañado del miembro del Secretariado y Jefe del Departamento de Atención al Sector Social del Comité Central del Partido Comunista, Jorge Luis Broche Lorenzo, así como por el vice primer ministro Jorge Luis Perdomo Di-Lella, y por el presidente del Grupo Empresarial BioCubaFarma, Eduardo Martínez Díaz.
El primer punto en la agenda fue la unidad empresarial de base Laboratorios Liorad. Allí, antes del arribo del mandatario, la directora del centro, Yisel Martínez González, explicó al Equipo de Prensa de la Presidencia de la República de Cuba, que ellos tienen la responsabilidad de fabricar todos los anestésicos dentales que utiliza el sistema de Salud del país, y otro grupo de productos que ahora nacerán de «la nueva línea que se acaba de poner en marcha».
Según ella explicó, la línea renovada, además de traer un incremento de la capacidad productiva, hoy hace posible ascender en los estándares de calidad.
Una vez en Liorad, y antes de recorrer espacios de la fábrica, el Presidente recibió una amplia información de Antonio Emilio Vallín García, director general de los Laboratorios Farmacéuticos AICA, pertenecientes a BioCubaFarma. El lugar, dijo en referencia a Liorad, «era la infraestructura más antigua que teníamos dentro de la empresa AICA».
Vallín García marcó el 2019 como el momento en que comenzó «un proceso de remodelación completa»; e hizo alusión a un importante proceso inversionista que tuvo lugar en 2020, el cual no se detuvo a pesar de la pandemia de la COVID-19 y «siguió, siguió, siguió…». Fueron recapitalizados todos los sistemas de ingeniería, y se cambió el corazón de la planta que es la línea de llenado.
En la tarea, añadió el directivo, pusieron manos a la obra 13 empresas estatales cubanas, dos mipymes, y tres cooperativas. Todas las fuerzas actuaron simultáneamente, y a lo largo de un año y algo se estuvo dando —ilustró Vallín— pico y pala. El resultado es que hoy se producen todos los anestésicos dentales del país, otros 15 surtidos; y hasta el presente, —arrancó en abril—, «hemos fabricado 1,4 millones de unidades físicas».
Hubieran podido fabricarse 3,7 millones, pero por falta de materias primas —reflexionó el director general de los Laboratorios Farmacéuticos AICA— no fue posible: «ahí perdimos un poco de capacidad», enfatizó para luego expresar que ahora se están recuperando a partir de la llegada de los esenciales recursos.
El centro, según enunció Antonio Emilio Vallín, posee no solo potencialidades para fabricar productos genéricos, sino también para dar servicios en la confección de vacunas. Él explicó que la experiencia adquirida con la vacuna Abdala fue determinante, y que hoy «se pueden fabricar productos biotecnológicos sin problema alguno».
Cuando Díaz-Canel preguntó por el nivel de la nueva línea, el interlocutor habló de uno «muy elevado» en lo referente a la automatización, el control, la supervisión… Y no pasó por alto, en otro momento, la mezcla de generaciones, esa afortunada sinergia entre trabajadores que desde hace décadas laboran allí, y los jóvenes que han ido llegando.
Donde las ideas florecen
En la ETI, perteneciente al Grupo empresarial BioCubaFarma —segundo punto en el recorrido del mandatario— Raúl de la Nuez Morales, director general del centro, fue muy gráfico para explicar un estilo, gracias al cual el pensamiento creador fluye: las ideas están en la mesa, no hay una silla más alta que otra, las ideas florecen…
Sobre el lugar nacido en 2013, Raúl de la Nuez explicó a los reporteros que «la empresa ha tenido que diversificarse a partir del crecimiento que ha tenido BioCubaFarma». Habló sobre la generación constante de ideas a partir de la necesidad que ha tenido el Grupo Empresarial de resolver múltiples problemas.
Una nueva línea de producción se acaba de poner en marcha en laboratorios Liorad. Foto: Estudios Revolución
En la ETI —dijo Raúl— «se han identificado ciertas y determinadas problemáticas que han sido solucionadas a partir de las ideas que se han ido desarrollando, generando por el mismo personal joven que tenemos». De la necesidad nació, por ejemplo, la división de Ciberseguridad, y se han creado muchas soluciones para el sector empresarial.
«Hoy podemos operar muchos más sitios de los que teníamos antes —declaró a la prensa—, hoy podemos dar el servicio de infraestructura, y comunicaciones como servicio, software como servicio; o sea, es un crecimiento muy sostenido y que está asociado a la innovación constante que ha tenido la empresa en estos diez años».
De la Nuez enfatizó a los periodistas: «No podemos crecer sin una eficiencia sostenida». Y en la misma línea de pensamiento afirmó que los temas económicos han sido trascendentales, que «el crecimiento de los ingresos ha permitido soportar todo lo que estamos haciendo», y que se ha invertido mucho en investigación y desarrollo.
En calidad de anfitrión, y en compañía de un equipo de jóvenes —quienes al hablar destilaban pura inteligencia—, Raúl de la Nuez compartió experiencias de éxito, e ideas como esta frente al dignatario: «Siempre estamos en crecimiento y diversificación. El escenario de hoy no es el mismo de ayer, ni es el mismo de mañana; o sea, que todos los días hay que estar generando cosas nuevas».
Explicó sobre una división de infraestructura y comunicaciones muy sólida; sobre cómo el centro ha bajado los costos a BioCubaFarma a partir de alianzas con otras entidades; sobre cómo han ganado mucho en innovación y gestión de los procesos; sobre un boom de soluciones informáticas; sobre certificación del capital humano; y sobre el aprovechamiento del talento de las universidades y de los jóvenes —más de 50 de ellos, títulos de oro— que han ido llegando…
Hacia el final de la explicación, Díaz-Canel valoró que un lugar como la ETI es prueba de que la empresa estatal socialista puede ser eficiente, y que los jóvenes pueden realizarse, creativamente, a través de un proyecto de vida.