Encuentro entre colaboradores y residentes cubanos con el Primer Ministro Marrero Cruz, quien participó en la primera reunión regional de Jefes de Gobierno del Caribe para el enfrentamiento al cambio climático, que concluyó este jueves. Autor: Estudios Revolución Publicado: 18/08/2022 | 09:18 pm
NASSAU, Las Bahamas.— La presencia de Cuba en la Primera Reunión Regional de Jefes de Gobierno del Caribe, que durante tres días debatió sobre los desafíos de la región en el enfrentamiento al cambio climático, «es símbolo del apoyo incondicional que siempre hemos ofrecido y continuaremos ofreciendo a todos los países del área».
Con esa idea resumió este jueves el miembro del Buró Político y primer ministro, Manuel Marrero Cruz, la participación de la delegación cubana en los diálogos de alto nivel del cónclave, que culminó con la certeza de que son cada vez mayores las vulnerabilidades de los pequeños Estados insulares.
En declaraciones al equipo de prensa que lo acompañó, el Jefe de Gobierno recordó las palabras proféticas de Fidel en la Conferencia de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo, acontecida en Río de Janeiro tres décadas atrás, cuando alertó sobre los peligros crecientes a los cuales se expone la humanidad por la acción desmedida del hombre.
En la reunión, dijo, se debatieron en profundidad disímiles temas; pero con la insatisfacción de que los responsables de la aceleración del cambio climático, los países desarrollados, no estaban presentes. Las naciones ricas, apuntó, debieran financiar todas las acciones para poder reducir los impactos de este fenómeno.
El objetivo, señaló, era ponernos de acuerdo para llevar un mensaje claro a la 27 Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP27), en noviembre próximo, en Egipto. Y ese mensaje, a su juicio, no es otro que la disposición a trabajar intensamente para mitigar los impactos, unido al justo reclamo a las naciones desarrolladas para que hagan su parte.
Al decir de Marrero Cruz, «ha sido una buena reunión de trabajo, incluso con polémicas que enriquecieron los debates. Además, destacó los encuentros bilaterales con primeros ministros de la región, como Bahamas, Barbados, Dominica y Granada, los cuales «contribuyeron a estrechar las relaciones y los eternos lazos de amistad que unen a Cuba y al Caribe».
El Jefe de Gobierno también significó los intercambios con varios titulares de carteras del país anfitrión, «con quien tenemos una fuerte cooperación, y ello permitió no solo evaluar la marcha de esos convenios, sino identificar nuevas oportunidades para ampliarlos».
Sobre la cita regional, Anayansi Rodríguez Camejo, viceministra de Relaciones Exteriores, y miembro de la delegación cubana que asistió al evento, señaló su pertinencia para acercar posiciones en cuanto a temas trascendentes como mitigación, adaptación, y acceso a mecanismos y recursos financieros suficientes, en pos de adoptar las medidas que requieren nuestros países.
La reunión, subrayó, posibilitó trabajar en un documento que contará con los aportes de todos los Estados participantes, y en el cual se seguirá laborando, en aras de llegar mejor preparados a COP27, con posturas más firmes y contundentes.
¡Con Cuba, siempre!
«Mi Patria es donde luche y no solamente donde nazca», dijo alguna vez Eusebio Leal Spengler, novio eterno de La Habana, y con ello resumió, si acaso fuera posible, ese apego al lugar donde hemos sido útiles; donde hemos crecido como seres humanos; donde, sencillamente, hemos sido felices.
Para los amigos de la solidaridad con la Mayor de las Antillas y los cubanos residentes en la Mancomunidad de las Bahamas, con los cuales intercambió este miércoles el Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz: «ese sitio entrañable siempre será Cuba».
Así lo hizo saber el bahameño Terrel Major, un fisioterapeuta graduado en la Isla que, como él mismo dijo, «de no haber contado con esa beca, quién sabe cuál habría sido mi destino».
En Cuba aprendí de Medicina y aprendí, sobre todo, qué es humanidad, qué es hacer las cosas sin esperar nada a cambio; aprendí principios para la vida que he aplicado desde entonces, reconoció el especialista en Radiología, Renaldo Neil Scavella.
Aprendí, como expresó el Che, que «en la tierra hace falta personas que trabajen más y critiquen menos, que construyan más y destruyan menos, que prometan menos y resuelvan más, que esperen recibir menos y dar más, que digan mejor ahora que mañana».
Según Maylen Sarría Ponce, una habanera licenciada en Educación y máster en Ciencias Económicas, radicada en Bahamas desde 2013, sus estudiantes conocen la historia de Cuba, su cultura, y la defienden.
Entre vivencia y vivencia, contó uno de sus deseos más nobles: «Quisiera que un día, cuando alguno de mis estudiantes participe en un evento de solidaridad y le pregunten por qué sabe tanto de esa isla, diga: porque mi maestra es cubana».
En el encuentro se habló de la calidez de los cubanos, de su hospitalidad, de su «asere» ya casi universal; se habló de estrechar vínculos comerciales; y se oró por Cuba, un país que ha preferido el camino del bien.
Con el auditorio, Marrero Cruz conversó sobre la tensa situación que vive el país, sobre la guerra comunicacional que pretende desvirtuar la realidad, y particularizó en los programas de Gobierno enfocados, sobre todo, en alcanzar mejor bienestar para el pueblo.
«Tenemos que potenciar lo que nos une —reflexionó el Primer Ministro—, la Patria, la familia, las ganas de ayudar. Cuba es la casa de ustedes y siempre serán bienvenidos».