La mipyme transportista holguinera fue constituida en febrero último. Autor: Nelson Rodríguez Roque Publicado: 13/07/2022 | 08:44 pm
HOLGUÍN.— Cinco mujeres, organizadas en su trabajo y experimentadas en la actividad transportista, se lanzaron al diseño del funcionamiento y luego gestión de la mipyme estatal Meca-V. La administradora general, la directora económica y las máximas responsables de Recursos Humanos, Facturación y del área comercial confeccionaron el expediente, efectuaron estudios de factibilidad y le pusieron mecánica al asunto.
Ania Velázquez, administradora general de Meca-V, durante25 años ha encabezado diferentes enclaves del transporte en esta provincia. Sus subordinados, en su mayoría hombres, la perciben como alguien que inspira respeto y confianza: «Todos los meses hemos cerrado con resultados económicos positivos, cuidamos mucho los gastos, conservamos los medios de trabajo, ahorramos energía a punta de lápiz y se acciona con gran sentido económico».
Chapistería y Pintura
Gisel Antonio Méndez, quien administra la producción de esta mipyme holguinera, detalla: «Nos dedicamos a chapistería y pintura de vehículos. Anteriormente, el lugar fue la UEB Logística Transmetro, empresa de Transportación de Trabajadores, que es nuestro socio mayoritario. Somos 35 trabajadores, de ellos solo siete somos indirectos y el resto está directamente vinculado con la producción. Y varios son jóvenes.
«Alquilamos medios de transporte porque también prestamos servicio de carga por camiones y traslados-rescates en grúas. Cualquier entidad que posea guaguas puede acudir a nuestra empresa».
«El colectivo crea salarios de acuerdo con las utilidades. Luego de la tasación del valor de un determinado trabajo y definido el porciento que le corresponde a cada obrero, según sea capaz de desempeñarse, obtiene su remuneración, que no tiene límite fijo. El salario promedio ha ido arrojando unos 11000 pesos al mes», añade.
Si siguen creciendo en clientes particulares y estatales, irán aumentando plazas productivas, aunque eso depende igualmente de la disponibilidad de recursos para trabajar, como gases, discos pulidores y otros que escasean.
A los jóvenes les ha resultado atractivo incorporarse al colectivo de Meca-V. Fotos: Nelson Rodríguez Roque.
El joven ingeniero mecánico Carlos Morán, asesor de ATM (Abastecimientos), procede del sector ferrocarrilero, donde cumplió su servicio social: «Todo lo que se emplea en chapistería (chapa, pintura, masilla, lija, catalizadores…) hay que adquirirlo en MLC (moneda libremente convertible) y hasta el momento solo ofrecemos servicios en moneda nacional. Han venido a unirse a nosotros muchos jóvenes que trabajan bien y no se van ni muestran descontento. Los salarios están siendo favorables, y hay que proponerse mejorarlos.
«El fuerte nuestro es la reconstrucción de ómnibus, que como UEB también nos distinguía. La gravedad de la avería y la existencia de recursos influyen en la cantidad de días que nos toma rehabilitarlos, porque lo mismo se les somete a chapistería y pintura, que se ejecutan trabajos de cristalería».
«Casi siempre se actúa en equipo, porque montar un parabrisas requiere entre cuatro y cinco hombres, por el peso con el que se debe maniobrar», describe el especialista.
Quien dice cinco, dice 35
A Julio Roberto Cutiño, residente en el poblado de Maceo, al sur de la ciudad holguinera, la idea de concebir Meca-V le pareció apropiada desde el principio, por el rigor del tránsito en la forma de gestión y la calidad humana y profesional de las administradoras.
«Empecé de ayudante de pintura y me hice pintor con el tiempo, cuando funcionábamos como Logística Transmetro. Desde aquella etapa he afinado la puntería y voy por siete años en esa función», dice orondo.
«Variamos el nombre y otras características, pero mantenemos la experiencia y el servicio óptimo. El cambio provocó que ya estamos sujetos a un sistema de pago mejor y los resultados se aprecian, para bien de mi persona y mis familiares. Antes, pintara un carro o diez, ganaba igual… hoy todo responde, en gran medida, a mi capacidad de trabajar.
«El estado técnico del vehículo es muy importante en mi ocupación, toda vez que nos lleva entre 18 y 22 días completar la pintura de un ómnibus con conservación regular, por ejemplo».
Refiere también que sus compañeros y él se alegran con lo que ha ido ocurriendo, que hace evolucionar sus bolsillos: «La mipyme, además, nos garantiza transportación obrera, esa es otra fortaleza, dado que el 90 por ciento de los trabajadores vivimos en Maceo, algo distante de aquí».
Para sumar personal productivo han valorado ampliarse hacia actividades de mantenimiento y reparación; abrir una tienda de partes y piezas, elaboradas en la entidad u ociosas, acondicionar un taller de mecánica y añadir una ponchera. Para la planta de fregado ya han creado las facilidades, pero deben cumplir con los requerimientos ambientales antes de que se la aprueben. Cuentan con un cuerpo de seguridad y no han lamentado ningún hecho delictivo desde que «nacieron» como empresa de nuevo tipo.
Gerardo Domínguez, cuyo oficio actual ha ejercido desde 2003, aún medita si se jubilará en cuanto arribe a la edad indicada o continuará en la chapistería: «Desde que surgió la mipyme trabajo en sus talleres, luego de unos 12 años en otra empresa de Transporte. El grupo mío era carrocero y ahora se ha transformado en chapistero. Llegué como instructor, pero me quedé chapisteando.
«Somos cuatro chapisteros en este local, en el cual podemos trabajar simultáneamente hasta tres automóviles entre 8:00 a.m. y 5:00 p.m., que es el horario laboral. Salarialmente voy teniendo dividendos más que aceptables, y así acumulo para cuando me acoja a la jubilación», manifiesta entusiasmado.
Meca-V se ha reconvertido durante cuatro meses y sus integrantes dejan claro que la forma de gestión adoptada les presenta otros incentivos, porque flexibiliza procesos y asimila la concreción participativa.
Vitalidad sobre todo
Desde febrero pasado, cuando se constituyó Meca-V, se veía venir una encrucijada que ha tenido pasajes tensos: «Esperamos poder operar en moneda libremente (MLC) en un futuro cercano —señala la Administradora General—, en pos de seguirnos fortaleciendo. Para eso necesitamos una licencia comercial, la cual en estos momentos solo se está aprobando a quienes operan ventas mayoristas, que no es nuestro caso. Por ahora avanzamos con el capital de trabajo que conservamos desde que éramos UEB (unidad empresarial de base) y otras cantidades limitadas adquiridas a altos precios, algo que encarece nuestras prestaciones».
«En ese contexto, intentaremos otras alternativas, como la recuperación de materias primas, toda vez que la vitalidad de la empresa no puede perderse. También tratamos de encadenarnos productivamente, pero otras mipymes y empresas estatales presentan inconvenientes similares a los nuestros, que conspiran contra ese objetivo a corto plazo», se lamenta la directiva.
Otras mipymes privadas y estatales recorren el camino que describe Velázquez, confiando en que más temprano que tarde se engrasen mecanismos que entorpecen la accesibilidad a insumos en MLC y hasta en moneda nacional, a veces con precios exorbitantes que no siempre responden a costos productivos bien calculados.
Para que los encadenamientos produzcan y la clientela se beneficie con la apertura de estos nuevos actores económicos, hay que agilizar la aplicación de decretos aprobados y limpiar el camino de impedimentos. Así lo sienten la otrora Logística Transmetro, hoy Meca-V, y otras micro, pequeñas y medianas empresas en Holguín.
Diversificar los servicios es una aspiración de la entidad. Fotos: Nelson Rodríguez Roque.