Abel Bajuelos (derecha), fundador del proyecto Addimensional, servicio de diseño y manufactura aditiva mediante la impresión 3D, intercambia con Oscar Luis Hung, presidente de la ANEC. Autor: Enrique González Díaz Publicado: 07/02/2022 | 11:21 pm
Cuba rescata al fin para su socialismo el vocablo emprendedor, que hasta hace muy poco despertaba suspicacias y temores en burócratas dogmáticos. La Feria expositiva de emprendedores privados abierta el pasado sábado en el centro cultural Habana Espacios Creativos de la Oficina del Historiador de la Ciudad, en La Habana Vieja, concitó muchas energías positivas. Fue apenas un asomo de las potencialidades que hay en el cubano.
Allí expuso sus arrestos ingeniosos y sus sueños y proyectos un grupo de micro, pequeños y medianos empresarios no estatales junto a trabajadores por cuenta propia. Una muestra del reservorio de creatividad y audacia que permanecía dormido con muchas prohibiciones, esas que van cayendo con la diversificación y flexibilidad de actores económicos, los encadenamientos entre ellos y las alianzas público-privadas.
En ese contexto, fue presentado el libro Emprendimientos privados. Resiliencia y articulación con empresas estatales, que reproduce los contenidos presentados y debatidos en un evento virtual organizado por la Red de Emprendimiento e Innovación de la Universidad en 2021, por parte de sus coordinadoras, la Doctora en Ciencias Económicas Ileana Díaz Fernández, presidenta de la Sociedad Científica de Innovación de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba (ANEC), y la Doctora en Ciencias Sicológicas Daybel Pañellas Álvarez.
También se distribuyó el volumen El Emprendimiento Privado en Cuba. Recomendaciones de políticas, resultado de una investigación colectiva que obtuviera el premio Raúl León Torras, de Economía 2021.
En la feria, luego de intercambiar con los emprendedores privados, la viceministra de Economía y Planificación Johanna Odriozola declaró a este rotativo que al tejido empresarial cubano le estaba faltando el empuje y la flexibilidad de estas micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), que requieren todo el apoyo institucional y gubernamental a todos los niveles para diversificar producciones y servicios en función del desarrollo local y nacional y para encadenarse con las empresas estatales. Y enfatizó en el peso creciente que van cobrando las mipymes en las estrategias de desarrollo del país.
Por su parte, Oscar Luis Hung, presidente de la ANEC, resaltó que esa organización ha estado y estará muy involucrada en el avance de las mipymes, fundamentalmente en la capacitación necesaria a esos nuevos actores económicos, que han mostrado una gran fuerza y capacidad de resiliencia ante dificultades, trabas y resistencias mentales.
Desde la visión académica, la Doctora Ileana Díaz Fernández, también coordinadora de la Red de Emprendimiento de la Universidad de La Habana, respondió a Juventud Rebelde que, aun con los avances logrados para el sector no estatal, este todavía afronta dificultades como la falta de financiamiento y de incentivos para la innovación, y un diseño tributario extremadamente recaudatorio. Y requiere un sistema diversificado de asesoría, capacitación y consultoría.
Hay rondando ya una Cuba de energías y renovaciones en ciernes, en estos emprendedores, en su gran mayoría jóvenes y cultos profesionales, con ansias de romper las rutinas del conformismo. Ellos necesitan todo el apoyo y la confianza para volar bien alto y aterrizar en las urgencias del país.