El Código «tiene una relación directa con las familias, independientemente de su forma de organización y la pluralidad de ellas, pues debemos reconocerles a todas sus derechos de manera igualitaria», considera Yamila González Ferrer (en el centro), vicepresidenta de la Unión Nacional de Juristas de Cuba. Autor: Roberto Suárez Publicado: 04/02/2022 | 12:19 am
Como parte de la consulta popular que tiene lugar en el país, y cuyo principal propósito es construir entre todos un Código de las Familias más robusto y atemperado a los tiempos actuales, un grupo de vecinos del capitalino municipio de Plaza de la Revolución hizo de su encuentro una oportunidad para esclarecer dudas y aportar elementos que enriquezcan la norma jurídica.
Al decir de la Doctora en Ciencias Yamila González Ferrer, vicepresidenta de la Unión Nacional de Juristas de Cuba, este debate es una oportunidad para lograr de manera colectiva un mejor texto. «Lo que proponemos tiene una relación directa con las familias, independientemente de su forma de organización y la pluralidad de ellas, pues debemos reconocerles a todas sus derechos de manera igualitaria».
La presencia de ustedes hoy y lo que puedan aportar para el perfeccionamiento de la norma facilitará las herramientas para que sea el Código que queremos, y es muy importante porque el vigente corresponde a 1975, el cual se ajusta a la realidad de otro momento y aunque fue muy avanzado para su época, actualmente se ha quedado obsoleto, agregó González Ferrer.
Según la jurista —miembro de la comisión nacional redactora del Código de las Familias—, dicha propuesta es «un texto que tiene una coherencia con el texto constitucional cubano aprobado en 2019, muy progresivo en materia de igualdad, no discriminación y dignidad humana».
Para Margarita Conde Abreu, delegada de la circunscripción 28 del municipio de Plaza, el proyecto está bien definido en cuanto al título que aborda el tema de la discriminación, considera que hospeda todos los matices para garantizar la seguridad y el bienestar de nuestras familias cubanas.
En el momento de la consulta, Vladimir Saurí, vecino del CDR 9 del consejo popular Vedado, quien apoya de manera resuelta el proceso y agradece a los especialistas por como se ha trabajado, dijo: «Hoy se demuestra, una vez más, un ejercicio de democracia, pues dicho Código se podía haber aprobado y discutido antes como otras leyes; sin embargo, se ha llevado al pueblo para que la propia savia popular le aporte nuevos elementos».
Asimismo, refirió que faltarían adjetivos para hablar de este, porque es un Código inclusivo y actual; proyectado en función de llegar a la esencia de los seres humanos, donde lo afectivo y lo amoroso prevalezcan por encima de los vínculos sanguíneos. «Nuestra sociedad y familia no es la misma de años atrás», concluyó.