Los panelistas recalcaron que el interés de fondo en lo ocurrido el 11 de julio es quebrantar las premisas fundamentales sobre las que se sustenta el proyecto soberano de la nación cubana. Autor: Juventud Rebelde Publicado: 16/08/2021 | 10:08 pm
«El 11 de julio no comenzó ese día, empezó mucho antes la etapa aguda (…) En realidad comenzó en febrero de 2020. La maquinaria tóxica se enfocó en dos vertientes de una misma causa: la reelección de Donald Trump y acabar el socialismo en Cuba, una causa de la derecha transnacional aliada».
Con estas palabras Rosa Miriam Elizalde, vicepresidenta primera de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), encauzó el debate entre panelistas y usuarios que participaron en la sesión inicial «Cuba Trending Topic: ¿qué pasó?», del encuentro online Cuba en la hora actual, este martes 17 de agosto.
Una jornada de reflexión e intercambio, que desde las plataformas digitales Jitsi Meet y YouTube, convocó al análisis de los acontecimientos del 11 de julio a partir de las causas, antecedentes y efectos derivados de la intervención de los medios en los hechos.
La periodista cubana, experta en comunicación digital, disertó sobre el papel de la prensa extranjera a lo largo de nuestra historia, así como en su afán de poner fin al socialismo. «En el día uno de la Revolución Cubana, este país enfrentó la calumnia y la falsificación de los hechos (…) Hemos visto esta historia repetida una y mil veces por más de sesenta años, solo que ha cambiado la época», precisó Elizalde.
En este sentido, subrayó que, como admiten muchos expertos, «la guerra tecnológica comunicacional es hoy el primer campo de batalla de la guerra imperialista. Es una guerra multiforme y asimétrica que hará todas las formas posibles de enfrentamiento en condiciones de profunda desigualdad».
La vicepresidenta primera de la UPEC apuntó hacia «modelos de intoxicación digital». Sobre lo cual recalcó que «esta maquinaria del gobierno de Estados Unidos y estos laboratorios dialogan con las brechas y los problemas de comunicación que tenemos en el país».
«Hay una nueva arquitectura mediática que repotencia las prácticas de los medios hegemónicos, se enmarcan las agendas, se resignifica la realidad, se modelan los escenarios políticos (…) es una gran guerra contra las poblaciones», expresó.
Desde Chile, Pedro Santander Molina, profesor de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, relacionó los sucesos del 11 de julio en Cuba a otras formas de ataque, de carácter cultural y comunicacional.
«Estamos ante un nuevo tipo de invasión. Una invasión más semiótica, más cultural, más simbólica, pero invasión al fin», señaló. Desde esta perspectiva, Santander destacó que «la respuesta del campo revolucionario pasó de la lentitud a la actualización (…) se pasó a la lógica digital (…) Pasó de la racionalidad textual y enemigocéntrica (hablar mucho del enemigo, fijarnos mucho en lo que hace el enemigo), a lo visual y a pensar en la conexión con nuestra propia audiencia».
El profesor chileno habló también de los errores cometidos por uso y costumbre, exhortó a la implementación de iniciativas contra el desaliento y llamó a «preparar a nuestro pueblo en este flanco de ataque».
Por su parte, José Ernesto Nováez, coordinador del Capítulo Cubano de la Red En Defensa de la Humanidad y Rector del Instituto Superior de Arte (ISA), desde su ponencia agregó que «lo ocurrido este 11 de julio demuestra la inmensa capacidad de subversión que tienen las redes sociales como herramienta ideológica al servicio de la derecha en Cuba».
Asimismo, Nováez reconoció la complejidad de los hechos. Explicó por qué se estableció una conexión entre varios de los actores sociales que participaron y sobre cómo influyeron las carencias y otros elementos contextuales.
«Hay que analizar, con el espíritu crítico que ha caracterizado siempre a la obra de la Revolución, las insuficiencias e ineficiencias de las estructuras comunitarias y de poder popular. ¿Por qué la clase trabajadora conectó en determinados momentos con las demandas?», cuestionó.
«El interés de fondo, recalcó el rector del ISA, es quebrantar las premisas fundamentales sobre las que se sustenta el proyecto soberano de la nación».
Para Helen Yaffe, profesora de la Universidad de Glasgow de Reino Unido y otra de las panelistas invitadas al encuentro, estudiar la historia y el contexto sociopolítico resulta vital en la compresión de los sucesos en debate.
La intelectual británica repasó cuestiones afines al bloqueo económico y a las elevadas cifras invertidas por el Gobierno norteamericano en planes subversivos con el fin de crear una oposición en la Isla.
Explicó cómo las sanciones económicas de EE. UU. hacia Cuba, propician estados de descontento, frustración y agotamiento favorables al estallido social.
Finalmente, el español Txema Sánchez, comunicador e integrante de la Red EDH. cerró el ciclo de paneles con una reflexión de Cintio Vitier en la que citó «no cometo la ingenuidad de aspirar a que cada ciudadano sea un especialista en la vida y obra de José Martí, pero sí cometo la ingenuidad, fuerza del espíritu en que siempre he creído, de aspirar a que cada cubano sea un martiano».
A la cita virtual llegaron los mensajes de prestigiosos intelectuales y artistas cubanos. Usuarios de las redes sociales aportaron opiniones y profundizaron en asuntos puntuales, a través de preguntas dirigidas al panel.
De acuerdo con la convocatoria, Cuba en la hora actual auspiciada por la Casa de las Américas, la UPEC, la Unión de Escritores y Artistas de Cuba y otras intituciones, contará con otras dos sesiones dedicadas al recrudecimiento del bloqueo, el enfrentamiento a la pandemia y las medidas tomadas en el campo de la economía.