El esfuerzo de esos trabajadores es esencial para acometer cada una de las obras. Autor: Cortesía De La Empresa Aguas De La Habana Publicado: 17/02/2021 | 11:21 pm
Parecían no sentir el frío y hasta aseguraban no sentirlo. Una faena dura los ocupaba: tapar un largo tramo por donde pasa una conductora nueva. Mientras el trompo derramaba el hormigón ellos se apuraban en esparcirlo de modo tal que no se formaran baches que luego ocasionaran problemas en la carretera.
«Se ve de buena calidad la mezcla y cuando es así compacta bien», advirtió Leopoldo Ricardo Rodríguez Pérez, el jefe de la brigada sin dejar de hormigonear como los demás compañeros.
Tres de estos trabajadores llevan más de 20 años en la misma brigada. El secreto de no emigrar a otro puesto, según Leopoldo, está en la exigencia. «Doy cariño, amistad…, pero les exijo calidad y eso permite que ganemos prestigio y tengamos buenos resultados económicos», apuntó.
Ada Gómez Torres, jefa de la Base de Construcciones Hidráulicas, comentó que ellos estuvieron trabajando diez meses en el acueducto de Santiago de Cuba y eso los unió mucho más. Los hizo hermanos.
En medio de la COVID-19, la Empresa Aguas de La Habana acomete la obra Rincón-Cacahual, de rehabilitación de conductoras y redes de abasto a Santiago de las Vegas, en el municipio de Boyeros. Como parte de estas labores en 2020 se ejecutaron aproximadamente siete kilómetros de redes, informó la ingeniera Evelyn Valle González, quien dirige el gabinete de Comunicación institucional en la referida entidad.
Obra Rincón-Cacahual, de rehabilitación de conductoras y redes de abasto a Santiago de las Vegas. Fotos: Cortesía De La Empresa Aguas De La Habana
«En el año corriente se prevé ejecutar un tramo idéntico para continuar con la rehabilitación de la conductora y el completamiento de las redes. Una vez concluida esta obra se beneficiarán más de 2 000 habitantes que en estos momentos se encuentran bajo el servicio de pipas permanentes. También se eliminarán 82 viajes de pipas semanales y, por lo tanto, se ahorrará combustible», refirió la especialista.
Según el ingeniero Humberto González Acosta, subdirector de Construcciones Hidráulicas, se trata de un área donde las conductoras y las redes son muy antiguas, con muy mal estado técnico que provoca salideros. El costo de la obra es de 2 200 000 de pesos en moneda total. Su terminación dará solución a uno de los puntos más neurálgicos de la capital por la cantidad de habitantes que ahora mismo padecen por la falta de agua a través de las redes.
Al ser inquirido sobre la garantía de los recursos, tanto financieros, materiales como humanos para culminar la obra, aseguró que todos están garantizados. Ya las redes de distribución con sus acometidas están en los poblados de Santa Susana y Santa Martha, donde actualmente siguen mal al abastecerse con el sistema antiguo, pero en cuanto se termine el tramo de conductora en el que trabajan ahora mismo en esos lugares tendrán un servicio de calidad.
La experimentada ingeniera Ada Gómez Torres ponderó la labor de los trabajadores que lidera, pues en medio de la pandemia no han dejado de trabajar día y noche para cumplir con el ambicioso plan Cero Pipas, que la empresa ha diseñado.
«El año pasado, siguiendo todos los protocolos de bioseguridad, concluimos 22 kilómetros de conductoras y redes. Trabajamos duro porque se le estaba exigiendo a la población redoblar la higiene, y sin el servicio de agua es imposible cumplir con los protocolos requeridos para controlar la Covid-19», acotó.
El esfuerzo de esos trabajadores es esencial. Desde que nos levantamos y hasta culminar cada jornada estamos en contacto con el agua. Y es que transversaliza nuestras vidas como pocos elementos. Por eso, en 2010, la Asamblea General de las Naciones Unidas reconoció, explícitamente, el derecho humano al agua y al saneamiento, reafirmando que son esenciales para la realización de todos los demás derechos humanos.
En sintonía con esta realidad, Cuba acomete innumerables obras, entre los que cuentan colosales trasvases para garantizar el líquido, incluso en momentos de extrema sequía. En la capital, donde habita el mayor número de pobladores, la rehabilitación de conductoras y redes no cesa. En cuatro ocasiones, en los últimos años, la Empresa ha recibido la bandera de proeza laboral, hecho que habla por sí solo del colosal esfuerzo de sus trabajadores.
Todos los días son un reto
Para el ingeniero Leonel Díaz Hernández, director general adjunto de Aguas de La Habana, en la capital todos los días hay algún problema con los servicios que su empresa oferta. Es por eso que, en vez de detenerse en regodearse de sus resultados, prefieren asumir cada jornada como un reto de proporciones astronómicas.
«Con la pandemia el agua ahora más que nunca no debe faltar, porque es lo que garantiza la higiene y está presente en todos los procesos. En todos los hospitales y los 54 centros de aislamiento donde se atienden a los pacientes estamos resolviendo los problemas que se presenten, tanto en interiores como exteriores, incluidos los salideros y tupiciones.
«Todo eso lo asumimos en medio del bloqueo y las limitaciones financieras que nos golpean e imposibilitan las importaciones. Con el encadenamiento a la industria nacional es que estamos adquiriendo piezas de repuesto para los mantenimientos y la ejecución de las obras», agregó.
Según el directivo, el año pasado en inversiones —que superaron en un millón de pesos lo previsto— ejecutaron 13 millones de pesos. Ese logro se sustenta en el seguimiento diario que se le da al abasto y saneamiento en los 15 municipios capitalinos.
«Las quejas sobre las redes las monitoreamos todos los días y les damos respuesta dentro de 24 horas a los demandantes. Hay soluciones dentro del mismo día, pero hay otras que requieren tiempo. Los sábados hacemos un consejo sobre atención al cliente, en el cual analizamos los compromisos de la semana y trazamos los de la siguiente.
«Nuestras respuestas a los clientes sobrepasan el 99 por ciento y casi estamos así en las soluciones. Somos casi 4 000 trabajadores y nos hemos mantenido vitales en tiempo de la COVID-19. Para que así sea aislamos al trabajador que resulte sospechoso y gracias al cumplimiento de las medidas no hemos tenido ningún evento institucional. Tenemos que cuidarnos porque hay que permanecer en pie, asumiendo lo que nos corresponde con calidad y eficiencia», concluyó.