En Cuba no hay nada más importante que un niño Autor: Roberto Suárez Publicado: 30/05/2020 | 11:39 pm
Queridos valientes, futuro de la Patria:
Celebramos con mucho orgullo el Día internacional de la Infancia en nuestra Cuba libre. Esta fecha se festeja en el mundo para recordar los derechos de los niños a la salud, la educación y la protección, independientemente del lugar en el que hayan nacido. También en este día se hace un llamado a solucionar las necesidades de los más pequeños y para reconocer la labor de las personas que cada día trabajan para que los niños y niñas tengan un futuro mejor.
Son ellos la población más vulnerable. En el mundo, más de 600 millones de niños viven en la pobreza y muchos mueren cada día por causas evitables. Más de 250 millones de infantes, desde cinco hasta 14 años, trabajan extensas y agotadoras jornadas laborales, otros 130 millones no reciben siquiera educación elemental.
Más de seis millones padecen lesiones limitantes causadas por conflictos bélicos o han fallecido como consecuencia de las guerras. Muchos niños en el mundo son obligados a prostituirse, dedicarse a la pornografía, y otros lamentablemente son utilizados en el tráfico de órganos y luego asesinados.
La realidad de nuestros pequeño archipiélago es diferente. Nuestro Estado garantiza la protección de la infancia y vela por el cumplimiento de sus derechos. La Revolución ha creado toda una obra social dedicada a garantizar la supervivencia, desarrollo, protección y participación de la población mas joven. El país logró una tasa de mortalidad infantil de cinco por cada mil nacidos vivos. Este resultado es posible gracias al amor y empeño que nuestro Comandante Fidel, desde los inicios de la Revolución, dedicó a los niños.
La pandemia de la COVID-19 nos coloca a todos en una situación excepcional. A pesar de ello, hoy siguen siendo muchas las razones para celebrar. De los 2025 casos positivos de la enfermedad en el país, 225 han sido niños; ninguno ha fallecido y las acciones de cuidado se han intensificado con cada uno de ellos. Todos juntos hemos festejado cada alta médica como si se tratara de nuestro propio hijo.
Pero también es importante un día como hoy reconocer a nuestros pequeños que están en sus casas y se han adaptado al actual escenario, aunque extrañan algunas de las actividades que cotidianamente hacían.
Nuestros infantes estudian y reciben su teleclase con responsabilidad, juegan solos, comparten mensajes y dibujos de aliento, reconocen con sus aplausos a los trabajadores de la salud, ayudan a sus familiares en las tareas del hogar e intercambian con sus compañeros por las redes sociales y otros medios de comunicación. Además, han apoyado las tareas de ahorro energético, han compartido con sus mascotas y se convierten también en voceros del doctor Durán y las noticias diarias.
Más temprano que tarde, si entre todos nos cuidamos y asumimos las orientaciones de las autoridades, pasaremos a lo que llaman «una nueva normalidad». Claro, no todo será como antes: habrá que mantener la higiene reforzada y algunas medidas de distanciamiento.
Pero mientras llegue ese momento, en sus casas reciban esta, nuestra felicitación. De seguro siempre existirán motivos para festejar. Creemos firmemente que han sido pequeños héroes en tiempos de coronavirus. Contamos con ustedes para seguir creciendo en una Cuba que reafirma que no hay nada más importante que un niño.