Víctima de atentado terrorista en matiné infantil en Pinar del Río Autor: Bohemia Publicado: 28/05/2019 | 09:10 am
En la Demanda del Pueblo de Cuba al Gobierno de los Estados Unidos por Daños Humanos resalta un hecho ocurrido un día como hoy, 28 de mayo, pero de 1961, cuando «elementos terroristas incendian el cine “Riesgo”, en la ciudad de Pinar del Río, durante el desarrollo de una función infantil. Resultan heridos 26 niños y 14 adultos». Este atentado pasó a la historia como uno de los más crueles cometidos contra los niños cubanos.
Según narran habitantes del territorio pinareño, ese día cientos de personas, fundamentalmente infantes, disfrutaban de la función hasta que las risas se trocaron en gritos de terror y en avalancha incontenible para tratar de salir del local: las cortinas próximas a la pantalla ardían rápidamente y las llamas y el humo inundaron la sala. En pocos segundos la desesperación, el miedo, el pánico imperaron convirtiéndose en una histeria colectiva e instinto de salvación, pues la mayoría de los que estaban en el cine eran niños o jóvenes incapaces de razonar sobre qué hacer.
Solo los mayores pueden dar fe de los detalles del suceso provocado por el fósforo vivo, y que por su naturaleza y las víctimas escogidas conmocionó a los habitantes de la Isla. Varias decenas de heridos graves y quemados fue el saldo inicial.
26 niños heridos y 14 adultos fue el saldo del atentado terrorista ocurrido el 28 de mayo de 1961 en el cine Riesgo, de Pinar del Río, un hecho que forma parte de la Demanda del Pueblo de #Cuba al Gobierno de EEUU por Daños Humanos https://t.co/gZdkbHsJWk #TenemosMemoria pic.twitter.com/w0qmgoKZC4
— Juventud Rebelde (@JuventudRebelde) 28 de mayo de 2019
Las víctimas hablan
No sé cómo salí de allí, pero lo logramos. Más tarde supe que el hecho fue uno de los más cruentos perpetrados contra mi pueblo y que detrás de los terroristas, como tantas veces, estuvo la mano de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), aseveró hace unos años una de las víctimas a Prensa Latina.
El propósito -añadió- fue sembrar el terror y destruir el proyecto social iniciado en enero de 1959, así como a su futuro: los niños.
Enrique Henríquez tenía 11 años y a pesar de su esfuerzo por alcanzar la salida sufrió graves lesiones, entre ellas un hundimiento parcial del tórax.
Todos salieron corriendo cuando se produjo el fuego pero yo me caí entre la multitud que intentaba escapar de las llamaradas, por eso recibí golpes y en medio de la confusión algunos hasta me pasaron por encima, recordó en declaraciones a la prensa.
Un vecino lo reconoció en la Casa de Socorros, las magulladuras fueron tantas que mis padres me pasaron por el lado varias veces y no me identificaron, rememoró. Henríquez estuvo ingresado durante meses hasta su recuperación.
La avalancha humana fue detenida por las fuertes puertas de cristal del frente del inmueble, que estaban cerradas y para abrirlas era necesario hacerlo de afuera hacia adentro, algo imposible en ese momento.
Lo que hicieron los terroristas fue monstruoso, algo que no se concibe que puedan hacer los seres humanos, expresó Facundo Naranjo, otra de las víctimas del fatal acontecimiento.
Ángel Alfredo González tenía seis años de edad el día que Mery, una joven vecina de mucha ascendencia en el barrio, lo llevó junto a otros niños a disfrutar de la matiné del cine Riesgo, hoy Pedro Saidén. Así lo recuerda:
«Entramos y nos sentamos en la segunda fila, de atrás hacia delante, en el lunetario del centro. En el filme de muñequitos había un momento en que un oso se ponía a cocinar peces prendiendo fuego debajo de una bañadera.
Es entonces cuando advierto que las llamas salían no solo en la pantalla, sino también de las cortinas que cubrían el escenario, mientras cundía el pánico en las filas delanteras. En medio de la confusión me quedé sentado, pero una mano me agarró por el brazo y me sacó en busca de la salida. Al llegar a las puertas de cristal veo que habían sido cerradas por el portero y la multitud trataba de abrirlas. Rompen los cristales y me quedo trabado por un brazo, con lo que obstaculizaba la salida de los demás. Es cuando me dan una mordida en la cara y me fracturo el brazo y el antebrazo.
Después del hecho volví al cine cuando ya era adulto, fui con mi novia y yo me senté en la butaca de la acomodadora, pues inconscientemente evitaba un peligro»
Afortunadamente, muchas de las personas que transitaban por la céntrica calle José Martí se brindaron para ayudar a los heridos y colaborar con la extinción de las llamas, solidaridad reflejada por la prensa de la época.
Historiadores atestiguan que la antigua Casa de Socorros y el Hospital León Cuervo Rubio tuvieron una afluencia de público sin precedentes, la gente acudía espontáneamente para donar sangre o auxiliar a los niños y sus familiares.
El incendio del cine Riesgo (hoy Pedro Saidén) en Pinar del Río forma parte de la larga lista de atentados contra Cuba, que ocasionaron la muerte a más de tres mil 400 personas, e incapacitaron a unos dos mil 99.
La organización Movimiento de Recuperación Revolucionaria (MRR) se adjudicó el acto terrorista en el que emplearon el fósforo vivo, sustancia muy difícil de apagar, suministrada por la CIA, revelan apuntes históricos.
Hoy, cuando se pretende aplicar el Título III de la Helms-Burton, resulta necesario recordar hechos como este, que al igual que muchos otros a lo largo de la historia de la Revolución, refleja los daños humanos provocados por el Gobierno de Estados Unidos a nuestro pueblo, que en su justa Demanda, denuncia cada agresión contra sus hijos .
(Con información de PL y Ecured)