Al contrario del proceso de enfriamiento que ocurre en el invierno, en que se congela la lengua y la gente apenas quiere hablar, el verano desata las ganas de comunicarnos, de exteriorizar y de conversar, sobre todo si estamos esperando la guagua que nunca viene.
No importa si no conocemos a nuestro interlocutor de turno, lo importante es crear algún tema, aunque no sepamos nada al respecto, pero hay que hablar, participar para entretenernos y olvidar un poco este inmenso calor. Así nacen las «bolas».
No entraré a explicar qué es una «bola». Estamos entre cubanos y todos sabemos a qué me refiero. Es algo cotidiano que tergiversa la información, o suple la ausencia oficial de esta. Digo oficial, porque para el cubano lo que no sale en el periódico o no dicen en el televisor o en la radio, no existe y entonces… comienza el run-run, el chuchuchú, o el lleva y trae. La novedad de la bola actual es que ahora el «lead periodístico-noticioso» arranca con la siguiente frase: ¿Viste lo que salió en internet?
Entre las bolas más recientes está aquella que anunciaba que una terrible ola de calor azotaría nuestra Isla. «Nos vamos a derretir como chapapote», dijeron unos. «Van a poner puntos con neveras grandes para que la gente se refresque, a tres pesos la hora, aseguraron otros.
Ya una especialista explicó en el estelar noticiario de la noche en TV., que ese fenómeno climático es imposible que ocurra en nuestro archipiélago (al menos por ahora) gracias a que estamos rodeados de mar. Es cierto que hay un calor inmenso que nos da la sensación de que somos parte de una parrillada gigante, pero no hay que exagerar, con hidratarnos constantemente ya todo está resuelto, según explicaron.
Otro de los sucesos que ha traído comentarios es la reforma constitucional. Rápidamente la gente ha comenzado a especular sobre las nuevas enmiendas, y por supuesto ya existen quienes dan por hecho algunas de las propuestas, a las que sin dudas han aderezado con el infinito ingenio popular y la consabida «bola».
Se habla de que vendrá nuevas leyes y sanciones penales y que lo más recomendable es buscarse un abogado familiar o enviar a alguien de la familia a estudiar Derecho. Tengo un vecino que asegura que lo más peculiar que tendrá la aprobación de los diferentes matrimonios es que nuevamente darán diez cajas de cerveza y una cama matrimonial a quienes se casen, como en los años ochenta.
Lo interesante está en que hay interés popular en cuanto al proceso del Proyecto de constitución. Más allá de las bolas y los comentarios, lo realmente importante es que todos repasemos esta propuesta que a partir del próximo 13 de agosto comenzará con la consulta popular para que todos opinemos hasta el mes de noviembre, y que después nadie pueda decir: «¡Pero eso no es lo que a mí me dijeron!»; como casi siempre pasa con las «bolas».