Con la consigna «Lula, nuestro Mandela», la 24ta edición del Foro de Sao Paulo acordó el desarrollo de una campaña internacional por la libertad del líder brasileño Autor: Laura Borges Publicado: 17/07/2018 | 11:08 pm
La solidaridad con la Venezuela bolivariana y con Nicaragua, víctimas de la guerra no convencional aplicada por Estados Unidos y las derechas locales, y la demanda de libertad de Lula, entre otras causas justas, descollaron en los documentos finales y el cierre del 24to encuentro del Foro de Sao Paulo, al que asistió el Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC), Raúl Castro Ruz, junto a los presidentes de Cuba, Miguel Díaz-Canel, y de Venezuela y Bolivia, Nicolás Maduro y Evo Morales, respectivamente, quienes estuvieron presentes durante toda la jornada de este martes.
Cuba y nuestro Partido se ponen a disposición de toda lucha por la unidad soberana que tanto necesita América Latina y el Caribe, y de cualquier causa justa que beneficie a nuestros pueblos, afirmó el segundo secretario del PCC, José Ramón Machado Ventura, al pronunciar las palabras de clausura de una cita que precisamente estuvo centrada en la necesidad de convergencia de la izquierda y los movimientos políticos y sociales progresistas hacia adentro, y entre nuestras naciones, frente a la ofensiva restauradora implementada por el imperialismo y las fuerzas oligárquicas locales.
En sus palabras, Machado Ventura también refutó que la región haya llegado ahora, como preconizan quienes quieren dividirnos, al llamado fin del ciclo progresista, como tampoco hubo fin de la historia en 1993, cuando esa presunta hipótesis era enarbolada por la derecha, y recordó a Fidel cuando dijo que mientras haya injusticia, habrá revolución.
El Segundo Secretario del Partido Comunista de Cuba ya había recordado las ideas del Comandante en Jefe cuando, al analizar la coyuntura regional actual, dijo que, desde la perspectiva fidelista sobre la política, las actuales adversidades de la correlación de fuerzas en la región son formidables incentivos para acopiar energía moral y organizar mejor a los pueblos, identificar con serenidad y rigor las debilidades y fallas cometidas, las debilidades del (enemigo) a vencer, y que los seguidores se motiven y empinen y decidan vencer los retos uno a uno.
Para Fidel la palabra derrota nunca existió; solo existían reveses coyunturales; tal era su confianza en las ideas justas y las masas populares y los pueblos cuando las enarbolan, dijo el dirigente partidista cubano.
Esa perspectiva, en opinión de los revolucionarios cubanos, está más vigente que nunca, dijo Machado, quien valoró la conciencia social adquirida por sectores del pueblo que antes no tenían voz desde 1991 a la fecha. Nuestra América, estimó, posee hoy niveles de conciencia política superiores a los de los años de 1960 y a los que tenía cuando el 4to. Encuentro del Foro de Sao Paulo, celebrado también en La Habana.
Ello explica porqué el imperialismo ha fortalecido el accionar contrarrevolucionario, esta vez mediante el empleo más hábil de la mentira, en función de las clases dominantes.
En otro momento de sus palabras, Machado calificó de urgente y fundamental impedir que venzan las políticas neoliberales. El imperialismo, mediante todos sus instrumentos de poder, dijo, busca dividirnos mediante acuerdos bilaterales de gobierno, estimula la fragmentación de las fuerzas de izquierda más consecuentes y busca descalificarlas mediante la guerra mediática y la estigmatización de la izquierda.
Es el momento de reaccionar unidos, como lo recogió el IV Encuentro del Foro, en 1993. Así lo reafirmamos, aseveró.
Por nuestro Mandela
Con la consigna «Lula, nuestro Mandela», la 24ta edición del Foro de Sao Paulo acordó el desarrollo de una campaña internacional por la libertad del líder brasileño, víctima de una judicialización de la política que el cónclave también denunció en una de las 45 resoluciones aprobadas al concluir sus sesiones.
La campaña de respaldo al expresidente de Brasil injustamente preso propone la remisión de cartas al Palacio de Planalto en Brasil, al Tribunal Supremo Federal y al Ministerio de Justicia, entre otras instancias, así como la divulgación de los argumentos de la defensa para mostrar la selectividad política presente en su caso, y en la certeza de que «exigir la libertad inmediata de Lula equivale a luchar contra la persecución que impulsan la Casa Blanca y sus aliados contra líderes que se propusieron políticas públicas de beneficio a los pueblos y ajenas a las fórmulas neoliberales».
Como parte del enfrentamiento a una modalidad de la guerra no convencional que el Imperio y las derechas locales implementan hoy en la región, el Foro también denunció el ataque sistemático judicial contra el presidente salvadoreño Salvador Sánchez Cerén por medio de una acusación fiscal que considera suficiente para desatar una ofensiva que se ajusta a los planes imperialistas para la región y El Salvador, y que tiene lugar a las puertas del proceso electoral que tendrá lugar en ese país.
En la resolución sobre este asunto, el Foro demandó el cese de la persecución judicial de que son objeto los expresidentes Cristina Fernández, Rafael Correa, Fernando Lugo, y Mauricio Funes, al tiempo que recordó que tanto Lula como el vicepresidente ecuatoriano Jorge Glass han sido privados de su libertad sin el debido proceso, al tiempo que denunció la misma persecución contra militantes y activistas sociales de la región para evitar la resistencia social.
El Foro de Sao Paulo rechazó la judicialización de la política en todos sus términos.
En sus conclusiones, la 24ta edición de la instancia que reúne a los partidos políticos de izquierda de América Latina y el Caribe también rechazó el que calificó de criminal bloqueo contra el pueblo de Venezuela así como las presiones que implementa contra Caracas el imperialismo estadounidense tras el fracaso de e la estrategia violenta, ahora en la búsqueda de condiciones para una denominada intervención humanitaria, a lo que se suman gobiernos de extrema derecha de la región.
La solidaridad con Venezuela es una tarea prioritaria de todos los partidos de la América caribeña, proclamó el Foro, que convocó a jornadas de defensa de la paz y la democracia bolivarianas y el respeto a su soberanía.
El encuentro también emitió un texto de apoyo a la nación bolivariana que saluda la conciencia demostrada por los venezolanos en las elecciones del 20 de mayo, la defensa del legado de Hugo Chávez y el 4to. Congreso del Psuv.
La Nicaragua asediada por la injerencia de EE. UU. y sus agencias mediante el uso de la ultraderecha local para infligir un golpe suave al FSLN también fue objeto de un pronunciamiento que denuncia los actos de barbarie y violación a los derechos humanos cometidos por los terroristas nicaragüenses.
Igualmente se emitió una resolución que condena el bloqueo de EE.UU., agradece la hospitalidad de Cuba, y recuerda la presencia de Fidel.
Importante en medio de la batalla que se impone a Latinoamérica y el Caribe resultó el documento acordado por el taller que analizó lo relacionado con Arte y Cultura, donde se acordó un plan de acción que haga frente a la penetración y a los cercos mediáticos en la conciencia de que «sin la victoria de la batalla cultural no hay cambio posible».
Tales presupuestos están recogidos en la Declaración Final, dada a conocer por la secretaria ejecutiva del Foro, Mónica Valente, y donde se exhorta a que, frente al plan del imperialismo por socavar la soberanía de las naciones y controlar los recursos naturales, se anteponga con firmeza y dignidad el plan emancipador de nuestros pueblos.
Trabajemos por fortalecer la lucha por la justicia social, la soberanía política, la independencia económica y la paz mundial y la soberanía de los pueblos, llama el texto.
El Foro también remarcó la vigencia de la proclama de la Celac que declaró a América Latina y el Caribe como Zona de Paz.
Otros asuntos puntuales de la región recogidos en el documento son el respaldo al expresidente ecuatoriano Rafael Correa, quien envió un mensaje vía Internet al Foro, así como el saludo al triunfo electoral de Andrés Manuel López Obrador en México.