Otro cambio para el sistema empresarial a partir de la actualización, es que la depreciación de sus activos ya deja de ser fuente de desembolso de la empresa, porque ahora ella misma financiará sus inversiones con sus fuentes propias y con los créditos que solicite. Autor: Calixto N. Llanes Publicado: 21/09/2017 | 06:03 pm
El proceso de transformaciones de la economía cubana con el fin de propiciar un sistema empresarial más organizado estipuló hoy miércoles la entrada en vigor de nuevas disposiciones al respecto para el mejoramiento del modelo económico cubano.
La Gaceta Oficial Extraordinaria número 58 difunde durante esta jornada un conjunto de normas jurídicas con las cuales se avanza en el perfeccionamiento del sistema empresarial, cuando dota a las empresas de mayor autonomía.
Esas reglamentaciones constituyen el resultado del proceso gradual de transformaciones en el sistema empresarial cubano, que comenzó en 2011 luego aprobaciones pertinentes durante el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC), según reportó Prensa Latina.
Tales líneas se refieren en lo fundamental a la separación de las funciones estatales empresariales, mediante un proceso paulatino y adecuado, insiste la nota.
También apuntan a lograr que el sistema empresarial del país esté constituido por entidades eficientes, bien organizadas y eficaces, así como a integrar el perfeccionamiento empresarial a las políticas del modelo económico.
En 2016, el VII Congreso del PCC definió la necesidad de avanzar en el perfeccionamiento del sistema empresarial, otorgando gradualmente a las direcciones de las entidades nuevas facultades.
Con relación al Sistema de Dirección y Gestión Empresarial Cubano, conocido como perfeccionamiento empresarial, se actualizan el Decreto Ley número 252, y su Reglamento, atemperándolos a las condiciones actuales de generalización de facultades.
Según tales documentos el sistema empresarial del país está integrado, en lo fundamental, por organizaciones superiores de dirección empresarial (OSDE), empresas y unidades de base, cuyos conceptos y funciones, fueron definidos con precisión.
Como elemento importante se destaca que las OSDE se organizan en grupos o uniones, en correspondencia con las características y tecnológicas de las entidades.
Todo ello en función de mejorar las funciones de dirección y control, pero sin intervenir en su gestión y bajo un estricto respeto de su autonomía.
Al respecto, las nuevas normas jurídicas apuntan a la continuidad y el fortalecimiento del Sistema de Dirección y Gestión Empresarial Cubano.
Las modificaciones resaltan el Reglamento para la Implantación y Consolidación del Sistema de Dirección y Gestión Empresarial Estatal, el Del Sistema Empresarial Estatal Cubano, y el sistema de relaciones de las organizaciones superiores de dirección empresarial.
Esos documentos buscan avanzar en el perfeccionamiento del sistema, otorgando gradualmente a las direcciones de las entidades nuevas facultades.
Además, definen con precisión sus límites, con la finalidad de lograr empresas con mayor autonomía, efectividad y competitividad, sobre la base del rigor en el diseño y aplicación de su sistema de control interno.
Concluye la Gaceta que de esa suerte muestran en su gestión administrativa orden, disciplina y exigencia, y persiguen evaluar de manera sistemática los resultados de la aplicación y su impacto.