Fieles a la idea martiana de que «crear es la palabra de pase de esta generación», los jóvenes de más de 50 países, reunidos en el Foro Juvenil de la II Conferencia Internacional Con todos y para el bien de todos, aprobaron este miércoles la declaración final de su encuentro, conscientes de su responsabilidad en la preservación de la especie humana en lo físico, lo moral y cultural.
Luego de un debate en torno a la vigencia y universalidad del pensamiento martiano, la educación popular y su papel como agente emancipador, la democracia participativa, los derechos humanos, la lucha contra las drogas, y el desarrollo sostenible, entre otros temas, los presentes acordaron coordinar esfuerzos en un grupo de juventudes martianas para cultivar la idea del bien y preservar la Patria, que es Humanidad, al decir del Apóstol.
En la declaración se reconoce que «Los jóvenes, como arcilla fundamental de las revoluciones, como baluarte de la libertad, nos mantendremos como ese ejército de luz que convocara Martí para liberar nuestras naciones de la opresión y el egoísmo; para elevarnos como los montes y ser vistos de lejos».
Asimismo, ratificaron su disposición de acompañar la lucha de nuestros pueblos contra la globalización neoliberal, el imperialismo, cualquier forma de hegemonía y opresión, y por la defensa de los pueblos, su derecho a elegir su modelo político, económico, social y cultural. También demandaron un cambio del modo de producción, que promueva un diálogo global donde el equilibrio de los poderes y la dignidad plena del hombre sean la premisa fundamental.
Con la convocatoria a celebrar los 90 años del líder histórico de la Revolución, Fidel Castro, y el medio siglo de la Organización Continental Latinoamericana y Caribeña de Estudiantes (OCLAE), los presentes ratificaron que la juventud mundial no es el futuro, sino el ahora por el que deben seguir estudiando y creciendo juntos.
Sobre la continuidad de pensamiento y acción entre el Comandante en Jefe y José Martí versó el panel moderado, en horas de la tarde, por el intelectual Abel Prieto, que contó con destacadas figuras que han entrevistado a Fidel, como la periodista cubana Katiuska Blanco, el catedrático español Ignacio Ramonet, el teólogo brasileño Frei Betto, y otros intelectuales como el politólogo argentino Atilio Borón y Federico Mayor Zaragoza, presidente de la Fundación Cultura y Paz y ex director de la Unesco.
Fidel no para de pensar, siempre está en acción: pensando lo impensable, imaginando lo inimaginable, comentó Ramonet. Katiuska refirió que su primer encuentro con el Comandante fue sobre el ideario del Apóstol, pues Fidel asaltó el cielo con Martí en el corazón, dijo, a la vez que analizó la visión antiimperialista de ambos pensadores. Atilio Borón reconoció la profunda influencia de la ética martiana en la apropiación que hizo Fidel de las ideas del marxismo.
Como invitados especiales asistieron más de 200 jóvenes que participan en el Consejo Nacional de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), junto a su presidenta, Jennifer Bello Martínez, además de una representación del Buró Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), presidida por su Primera Secretaria, Yuniasky Crespo Baquero.
Frei Betto dedicó su intervención «a la FEU y la UJC, porque son martianas y fidelistas y constituyen la salvación de este país. En esta sala nadie tiene más responsabilidad que ustedes», afirmó e incitó a la juventud a «organizar la esperanza» y «ponerse borrachos de utopía». «Es hora de hacer una gran campaña de alfabetización política en América Latina», dijo el intelectual.
Con la presencia de solidarios de todas partes del mundo tuvo lugar la Comisión Especial Solidaridad Con todos y para el bien de todos, en la que debatieron sobre esta cualidad y su significado en Latinoamérica, los panelistas Kenia Serrano, presidenta del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos; Graciela Ramírez, presidenta del Comité Internacional Paz, Justicia y Dignidad de los Pueblos; y James Cockcroft, activista de la izquierda estadounidense.
La mejor manera de homenajear la solidaridad es replicarla, argumentó Ramón Labañino, quien —junto a sus cuatro hermanos Gerardo Hernández, René González, Antonio Guerrero y Fernando González— participó en la sesión.
Cada uno agradeció a su modo el esfuerzo de quienes en el mundo sumaron la lucha de los Cinco a las causas que desvelan a cada pueblo.