Las lluvias registran un comportamiento muy por debajo de los promedios históricos, situación que afecta a los embalses holguineros Autor: Juan Pablo Carreras/(AIN) Publicado: 21/09/2017 | 06:16 pm
HOLGUÍN.— Recientes chubascos sobre esta ciudad resultaron apenas un espejismo ante la gran necesidad de precipitaciones que posee la provincia, para poder calmar los efectos de la prolongada sequía meteorológica que azota a casi la totalidad de su territorio.
Con excepción de Antilla, los restantes 13 municipios la han padecido de manera muy intensa, por lo que las máximas autoridades políticas y gubernamentales, de conjunto con el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH) y otros organismos, han coincidido en adoptar medidas emergentes para asegurar el suministro de agua a la población, y en otorgar la máxima prioridad a las inversiones previstas en ese ámbito para este año.
Las situaciones de mayor complejidad se aprecian en los principales núcleos poblacionales pertenecientes a los municipios de Calixto García, Báguano, Rafael Freyre, Banes, Gibara y Holguín.
Jesús Guerra Labrada, delegado del INRH aquí, subrayó que la percepción podría ser engañosa de atenerse solamente a las cifras generales sobre el estado de los embalses, pues, por ejemplo, aunque Holguín posee un índice de agua embalsada del 71 por ciento con respecto a la capacidad instalada, el 69 por ciento corresponde solamente a las presas Nipe, Mayarí y Moa, ubicadas todas en la parte oeste de la provincia y a una considerable distancia de las zonas más afectadas.
Agregó que aunque las lluvias se concentran hacia la parte montañosa del oeste, sobre todo en Mayarí y Sagua de Tánamo, estas registran un comportamiento muy por debajo de los promedios históricos, lo que obliga a los especialistas a vigilar tales indicadores.
En el municipio cabecera provincial, con la mayor densidad de habitantes, sus dos principales fuentes de abasto —la presa Cacoyogüin y la Guirabo— han sido declaradas fuera de servicio, aunque esta última recibe volúmenes considerables del vital líquido desde el río Cauto, lo que le permite compensar su acumulado, gracias a la existencia de un trasvase que se construyó en 2004 para esos fines.
Mientras tanto, la presa Gibara, la otra que tributa a la ciudad de Holguín, conserva todavía volúmenes que le permiten continuar entregando agua a la población por un período de al menos 140 días.
Esta panorámica, unido a las irregularidades del terreno, complejiza la calidad de las operaciones de bombeo y afecta directamente a alrededor de 20 000 residentes en las zonas más elevadas de la Ciudad de los Parques.
La distribución de agua mediante pipas, la creación de puntos de distribución en las comunidades y la localización subterránea de nuevas fuentes para la extracción son algunas de las medidas puestas en práctica por el Grupo Temporal de Seguimiento a la Sequía.
Guerra Labrada mencionó que entre las inversiones de mayor impacto acometidas por fuerzas de esa entidad, figuran la construcción de conductoras y sus respectivas plantas potabilizadoras en los municipios de Calixto García y Báguano, la conclusión de un acueducto en el barrio costero de Caletones, en Gibara, y la rehabilitación de redes en poblados como Guatemala, en Mayarí, donde se acumulaban insatisfacciones desde hace más de tres años.
El delegado del INRH en Holguín apuntó que con la finalidad de lograr mayor eficiencia en el uso de los recursos hídricos de la provincia, se contemplan proyectos como la posibilidad de enlazar, mediante canales, algunos de los embalses diseñados para uso en la agricultura y ponerlos en función de los empleados para la población.