LAS TUNAS.— Siete comunidades enclavadas en este territorio que dependían de tendederas eléctricas para acceder a esa fuente de energía fueron favorecidas este año por inversiones de la Empresa Eléctrica Provincial.
Un total de 1 328 viviendas familiares de esos asentamientos se beneficiaron con la instalación de una infraestructura material segura y estable, capaz de garantizar calidad en el servicio y de descartar la ocurrencia de accidentes.
Según Gerardo Parra, a cargo de la Unidad Básica de Inversiones de la referida empresa, este año está prevista la extensión del programa de erradicación de tendederas a otras 20 comunidades que reciben el servicio por esa vía peligrosa en los ocho municipios.
Esta provincia, una de las más afectadas por esa irregularidad, comenzó 2015 con más de 1 700 tendederas y unas 24 mil viviendas conectadas de esa forma. Las autoridades estiman que para 2025 no quedará ninguna en barrios concentrados.
Empero, el 95 por ciento de las familias tuneras residentes en más de 165 000 viviendas disfruta del servicio a través del Sistema Electroenergético Nacional (SEN), y se llevan a cabo estudios de factibilidad para intentar cubrir mediante paneles fotovoltaicos aquellas que así lo requieran por su lejanía, fuera del alcance de las redes eléctricas.
En esa misma cuerda, Las Tunas exhibe en el año en curso saldos meritorios, como la conexión del polo turístico de Covarrubias al SEN, que exigió tender 42 kilómetros de líneas de 34,2 Kv. en una abrupta zona y construir allí una subestación eléctrica, todo valorado en más de un millón de dólares.
Hasta el momento de materializarse la importante conexión, el hotel Brisas Covarrubias, único habilitado en la provincia para el turismo internacional, recibía el servicio eléctrico a través de un grupo electrógeno de limitada capacidad de generación y alto consumo de diésel. Tal situación le impedía incrementar el número de sus capacidades.