Representantes cubanos al IV Foro de Jóvenes de las Américas intercambiaron sus experiencias con los lectores. Autor: Roberto Suárez Publicado: 21/09/2017 | 06:07 pm
Nadie duda que la participación cubana en los foros y actividades previas a la VII Cumbre de las Américas fue histórica, pese a los tensos momentos que se vivieron en Panamá, ante la presencia de mercenarios que obstaculizaron, muchas veces, el diálogo civilizado y honesto al que fue a la cita nuestra legítima sociedad civil.
Delegados al IV Foro de Jóvenes de las Américas compartieron en una entrevista on-line con los lectores las experiencias vividas en el evento, al que Cuba llegó por vez primera. La trascendencia que alcanzó el intercambio en línea durante más de cuatro horas y el valor de las preguntas y respuestas estimularon la decisión de exponer en estas páginas un resumen del mismo.
Desde nuestra redacción digital ofrecieron sus opiniones Yordanys Andrés Gómez Rodríguez, ingeniero químico del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología; Pablo Ordaz Ramos, licenciado en Biología del Centro de Inmunoensayo; Yusuam Palacios Ortega, presidente del Movimiento Juvenil Martiano; y Yuniel Labacena Romero, periodista de nuestra editora.
Numerosas preguntas estuvieron dirigidas a los aportes que hizo Cuba a los foros y a los días complejos que vivió la delegación en tierra istmeña. A los lectores Norberto, Carlos Rodríguez y Mariuska, los delegados respondieron que las propuestas estuvieron en correspondencia con lo que expusieron los jóvenes cubanos en los foros La Juventud y las Américas que queremos y de la Sociedad Civil Pensando Américas, realizado días antes de la Cumbre, en Cuba.
Entre esas propuestas se destacan la defensa de una educación pública, gratuita y de calidad; romper con el mercantilismo en la educación y la salud, construyendo modelos que prioricen la vida del ser humano y no el capital, así como crear proyectos de cultura política que ayuden a generar procesos participativos entre los jóvenes y respetar el modelo económico, político y social escogido libremente por cada nación.
También están iniciativas vinculadas a la no injerencia en los asuntos internos de cada país, hacer frente al cambio climático para lograr el desarrollo de los pueblos, garantizar el ejercicio y la defensa de todos los derechos humanos, así como defender el principio de coexistencia pacífica en materia de gobernabilidad y mantener el reclamo de no existencia de bases militares en la región.
Igualmente, se reclamó para las Américas sociedades más justas, equitativas y prósperas, que contengan las demandas autóctonas de nuestros pueblos, la reafirmación de la proclamación de América Latina como zona de paz; también exigir el cese del bloqueo impuesto por Estados Unidos a Cuba y la derogación del decreto de Washington que considera a Venezuela como una amenaza a su seguridad nacional, así como defender la legitimidad de nuestra sociedad civil y juventud revolucionaria y participativa.
Y fueron esos aportes los que llevaron a que Cuba fuera acogida con gran optimismo, respeto y admiración, aun cuando fue la primera vez que participó en esta cita, como dijeron los delegados, quienes además reconocieron que en el Foro de Jóvenes se participó en las mesas de trabajo, pues no hubo presencia de mercenarios.
Yordanys Andrés destacó que no fue así en la mesa de Gobernabilidad democrática y Participación ciudadana del Foro de la Sociedad Civil, donde sí se permitió su presencia, por lo que nuestra delegación se retiró y no reconoce como auténtico ningún documento emanado de ese espacio debido a que estos se construyeron en ausencia de la verdadera sociedad civil cubana.
«Lastimosamente esas declaraciones deben haber influido en el documento final, puesto que los organizadores del evento, pese a nuestras reiteradas denuncias, no hicieron nada por impedir la participación de los mercenarios. Por citar solo un ejemplo, en el listado de acreditación sus nombres encabezaban las listas y, además, estaban en negritas».
La posición de la delegación de no hablar con quienes no defendían ninguna idea, solo obstaculizaban el buen desarrollo de los foros, también fue reconocida por Yusuam. «En el caso de los jóvenes la confrontación se dio entre posiciones ideológicas relativas a los temas de la agenda, aunque logramos resolutivos muy interesantes y propositivos con ideas progresistas y revolucionarias para las Américas.
«Vale apuntar que los organizadores en todo momento trataron de buscar una especie de equilibrio para aliviar la confrontación, pese a que tuvieron responsabilidad en los sucesos, pues aceptaron la presencia de los mercenarios y dificultaron desde un inicio nuestra participación. No olvidemos que detrás de todo se encontraba la OEA, porque ahí tenemos la respuesta a parte de lo ocurrido».
No fuimos violentos
Sí es verdad que «golpeamos» a los mercenarios cada vez que nos provocaban, solo que con golpes de ideas y argumentos concretos, de los que podemos exponer desde nuestra modestia y lo que hemos conquistado durante más de 55 años de Revolución. Lo hicimos así porque de Martí aprendimos que trincheras de ideas valen más que trincheras de piedras.
Fue esa una de las respuestas que dio Yuniel a la internauta Lola, cuando decía que otros medios de comunicación, que no son cubanos, divulgaron reiteradamente que los representantes nuestros golpearon a los mercenarios cada vez que salían de los foros. ¿Fue verdad eso, cuál fue la actitud de los jóvenes allí y de la sociedad civil?, inquirió.
Explicó el delegado que fueron las ideas verdaderas las que irritaron a esos lacayos, que por dinero hablan de mala educación, salud, democracia, seguridad ciudadana… sin saber ni siquiera en qué consisten algunos de esos términos. «Esos fueron nuestros golpes, y les puedo asegurar que fueron duros, como dijeron algunos de los delegados panameños o venezolanos que se unieron a nuestros reclamos».
En consonancia, Yusuam argumentó que lamentablemente algunos medios de comunicación al servicio de las grandes transnacionales de la información capitalista se han encargado de manipular, tergiversar y omitir la verdad de la actuación de Cuba en la Cumbre y sus actividades paralelas.
«En todo momento lo que hicimos fue defendernos con las ideas. Si hubo alguna agresión fue por parte de los mercenarios, quienes ofensivamente vulneraron el busto de Nuestro Héroe Nacional frente a la Embajada de Cuba en Panamá. Ello demuestra, y pueden verse públicamente las pruebas documentales, que uno de esos connotados mercenarios dio el primer golpe ante la respuesta firme y digna de los cubanos».
Pablo y Yordanys dijeron que esos medios que dicen tener «libertad de prensa» se encargaron de presentar unos cubanos violentos y que se negaban al diálogo. «Quienes estuvimos en representación de nuestra sociedad civil, les golpeamos la cara entonando las notas de nuestro glorioso Himno Nacional y la Marcha del 26 de Julio, así como disparándoles consignas y agitando carteles que les dieron grandes dolores».
Diálogo por la unidad
Lo ocurrido en Panamá no puede quedar solo en esos días, ha de trascender en el tiempo para que nuestra sociedad conozca lo que ocurrió allí, como afirmó la lectora Rita Pérez, quien además quiso conocer qué se ha preparado para seguir divulgando los foros y actividades previas a la VII Cumbre de las Américas, así como la realización de esta.
Como continuidad a la participación cubana en la cita se están realizando encuentros en las comunidades, colectivos de trabajo y estudiantiles para dar a conocer lo que realmente vivieron allí los cubanos.
Se mantendrá el sitio web Pensando Américas y el debate en las redes sociales y todos los espacios que sean posibles, explicaron los delegados a los internautas.
Como apuntaron en respuesta a Roberto, que se interesó por saber las impresiones que los delegados se llevaron a casa, esta fue una gran experiencia. «Pudimos dialogar intensamente con muchos jóvenes de naciones progresistas de nuestro continente que tienen realidades muy diferentes a la nuestra, pero que como Cuba quieren la unidad de las Américas para avanzar desde la diversidad».
Y es que pocas veces se tiene la oportunidad de dialogar con jóvenes que abiertamente tienen un pensamiento neoliberal, que abogan por el capitalismo como modelo a seguir y que detrás de la frase prosperidad y desarrollo para las Américas se esconde la verdadera intención de estos espacios que organiza la OEA, dijo Yusuam.
Antes de marcharse de JR —luego de casi cuatro horas de responder a las preguntas de los lectores—, los delegados nuestros al IV Foro de Jóvenes de las Américas agradecieron la oportunidad de contar sus vivencias en esta cita histórica y dejaron un mensaje elocuente: «Estamos seguros que cualquiera de ustedes nos hubiese podido representar de igual manera. Nuestra Revolución cuenta con sus jóvenes y sabemos que no la defraudarán».