La mayor producción de carne porcina del país se logró el año anterior, cuando se reportaron 170 963 toneladas, cifra que sobrepasa el record productivo de este renglón, registrado en 1989 con 102 403 toneladas.
La información la ofreció Carlos Ortiz Musulí, director de Técnica y Desarrollo del Grupo Porcino, adscripto al Ministerio de la Agricultura, quien a pesar de reconocer que aún son altos los precios de la carne y sus derivados, estimó que el logro es un paso importante en la sustitución de importaciones: el mercado en divisa recibió 44 000 toneladas de la producción global.
Ortiz dijo que el salto productivo entre 2013 y 2014 marca una considerable diferencia de 19 000 toneladas, y ponderó la labor del sector cooperativo y campesino, responsabilizado con entregar mayores volúmenes de producción de carne porcina.
Señaló que las entidades estatales produjeron 22 000 toneladas de las más de 170 000 entregadas en el período en cuestión; el resto se les atribuye a los cooperativistas, quienes lograron altos niveles en la conversión del alimento en peso corporal de los animales.
Precisó que 400 de los 11 500 productores porcinos han logrado de manera sostenida durante los últimos años niveles por encima de las cien toneladas anuales.
En 2014 Villa Clara mantuvo su condición de excelencia por exhibir en todos sus municipio niveles óptimos en los indicadores que marcan la eficiencia en la rama porcina. La localidad de Placetas se destaca en la referida región con la producción de 6 250 toneladas, mucho más que lo obtenido globalmente en cinco provincias.
Cienfuegos y Santiago de Cuba secundan por ese orden en los puestos más relevantes. Solo dos provincias incumplieron sus planes el año pasado: Mayabeque y Las Tunas; pero esta última en lo que va de 2015 ha soltado las amarras que la incluían en la lista del infortunio para convertirse en aportadora de sus producciones a los distintos destinos.
Explicó que existen 12 unidades de genética en el país, cuyos resultados son equivalentes a los del Primer Mundo, tanto en tecnologías como en eficiencia.
En 2006 el país importó de Canadá ejemplares genéticamente competentes para fomentar las razas más productivas, las cuales se diseminaron por todo el territorio. Desde entonces no ha sido necesario invertir nuevamente por ese concepto, pero sí en la adquisición de semen para garantizar los resultados que de modo sostenible se vienen alcanzando en los últimos años y que serán superiores en el período en curso, cuando se aspira, llegar a las 172 000 toneladas, según manifestó el directivo.
Aunque los precios siguen muy elevados a consecuencia de no poder satisfacer la demanda, estos incrementos son una buena señal.