MATANZAS.— El documental Humberto, del realizador cubano Carlos Barba, mereció el Premio Vigía, en esta XXIII edición de la entrega de esos galardones, como parte de las actividades de la subsede matancera del XXXV Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano.
Ante una buena asistencia —la mayor en los últimos tres años—, en el amplio salón del cine Velasco, se le entregó al ganador una obra que imita a un estilizado proyector cinematográfico, de la autoría de Osmany Betancourt.
En la jornada de premiación se exhibió la cinta cubano-española La partida, cuyo director Antonio Hens relató que el filme, con dos años de rodado, ya ha sido visto en varias ciudades de Norteamérica y en diferentes países europeos, con buena aceptación por parte del público y de la crítica especializada.
Estaban también presentes en el Velasco algunos de los actores de la película, como Reinier Díaz (el mismo del impactante corto Camionero), y Milton García, el productor Julio Gutiérrez, y el dramaturgo Abel González Melo, autor de la obra homónima que Hens plasmara en imágenes.
En un aparte con el cineasta español, manifestó que La partida cuenta la historia del primer amor, en este caso entre dos chicos: Reinier y Yosvany.
Ellos no tienen problemas con la sociedad, sino consigo mismos. Uno de ellos, que no se acepta como es, aunque siente amor por el otro. No obstante, estos dos muchachos tienen sus respectivas mujeres, incluso, Reinier tiene una pequeña hija, y es quien de noche se prostituye con turistas extranjeros, que gustan de las relaciones homosexuales.
«El conflicto que este se plantea –amplió Antonio Hens– es el de mantener una doble vida, en vez de asumir su preferencia sexual».
Las primeras piezas identitarias del Vigía, en los inicios de los años 80, las realizó el reconocido escultor matancero Agustín Drake, obras que atesoran, por
su significado artístico y peculiar confección, en pirograbado, cineastas galardonados de Argentina, Venezuela, México, Chile, Cuba y Brasil.