MATANZAS.— El municipio de la Ciénaga de Zapata llega a este 16 de abril con el logro de mantener durante dos años consecutivos en cero la tasa de mortalidad materno-infantil en menores de un año por cada mil nacidos vivos.
La licenciada en Enfermería Oyaima Ulloa Brito, al frente del Programa de Atención Materno Infantil (PAMI) a nivel municipal, ponderó el riguroso seguimiento desde los consultorios del médico de la familia por los especialistas en Ginecobstetricia y Pediatría, tanto en el policlínico de Playa Larga y en el de Cayo Ramona, como en los 13 diseminados por todo el territorio, hasta en sitios distantes como Guasasa, La Ceiba o El Helechal.
«Este año nacieron 34 niños y tenemos 52 embarazadas», explicó, y añadió que atienden con frecuencia a los 110 menores de un año, entre ellos 15 por debajo de los tres meses de nacidos.
Es un logro colectivo del sistema de salud cenaguero, precisó, y agregó que tampoco este año han tenido muertes maternas. Las embarazadas cenagueras, desde las 37 semanas de gestación, son trasladadas a un hogar materno del municipio de Jagüey Grande con el objetivo de prestarles una atención más integral, teniendo en cuenta la lejanía de los asentamientos de la Península de Zapata.
Esta región era de las más olvidadas por los Gobiernos de turno antes de 1959, y los servicios de salud no existían. La mortalidad infantil en menores de un año era de las más altas del país.