CABAIGUÁN, Sancti Spíritus.— En la refinería Sergio Soto, única de su tipo en el país que procesa crudo cubano, se eliminará en los próximos meses la emisión de gases contaminantes a la atmósfera, cuando se le incorpore tecnología automática.
A inicios de este año concluyó la parte mecánica del proyecto para la quema de los gases en un horno, con un costo superior a los 60 000 pesos.
Mijail Bonachea Crespo, director técnico de la refinería, informó que en estos momentos se firmó el contrato con la empresa suministradora extranjera para la compra del control automático que protegerá la instalación con alarmas lumínicas y sonoras, las que serán instaladas por el personal técnico capacitado de la fábrica.
Por la importancia de esta industria en la producción de asfalto —tienen un récord de 10 000 toneladas de líquido asfáltico en un año—, comenzó desde 2010 un tratamiento a base de sosa cáustica, para combatir el sulfuro de hidrógeno (gas maloliente).
Las quejas constantes de los vecinos de Cabaiguán por el mal olor —resultado del refinamiento del crudo de los pozos de Matanzas para producir líquido asfáltico— determinaron inspecciones del Citma y del Centro de Investigaciones del Petróleo, así como su cierre temporal desde 2011.
En la actualidad, la Sergio Soto trabaja por intervalos de tiempo, hasta que arribe la tecnología, con la sosa cáustica y con un sistema de alerta temprana por parte del Instituto de Meteorología, con el objetivo de seguir las lluvias y los vientos, para evitar la agresión a los pobladores.
El directivo agregó que esta refinería procesa al año 28 000 toneladas de crudo procedente de Matanzas y unas 20 000 de Majagua, en Ciego de Ávila. También producen aceites básicos, fuel oil, diésel, keroseno y nafta.