Su Santidad Benedicto XVI se dirige al pueblo de Cuba. Autor: Calixto N. Llanes Publicado: 21/09/2017 | 05:19 pm
La verdad es un anhelo del ser humano y buscarla es un ejercicio de autentica libertad. Muchos buscan un atajo para encontrarla, y aseguran que existe una verdad para todos. Ese relativismo produce un cambio en el corazón, haciéndolos fríos, lacerantes, distantes de los demás y encerrados en si mismo, son personas que se lavan las manos como el gobernador romano Poncio Pilatos, afirmó el Sumo Pontífice Benedicto XVI en la homilía de la Santa Misa que oficia en la Plaza de la Revolución de La Habana.
Agregó que hay otros que la búsqueda de la verdad los llevan al fanatismo, encerrándose en su verdad e intentando imponerla a los demás.
Fe y razón son necesarias y complementarias en la búsqueda de la verdad, afirmó el Santo Padre. Dios creó al hombre con innata necesidad de la verdad y para ello le propició la razón.
El afán de la verdad promueve la fe cristiana. Todo ser humano indaga por conocer la verdad y aboga por ella cuando la encuentra. Es un presupuesto ineludible para alcanzar la libertad, pues en ella descubrimos los fundamentos con los que puedan confrontarse revelaciones claras, como la vida, la muerte, los derechos y los deberes, así como los preceptos éticos.
El patrimonio ético puede acercar a todas las culturas, pueblos y religiones; a las autoridades y los ciudadanos y a estos entre sí, los que creen y los que no creen.
«El cristianismo destaca los valores de la ética y propone la imitación de Cristo, que es lo que hace libre al hombre», destacó.