Desde distintas provincias arriban los excursionistas este verano a la casa natal de Fidel y Raúl, en Birán, municipio holguinero de Cueto. Autor: Héctor Carballo Hechavarría Publicado: 21/09/2017 | 05:11 pm
HOLGUÍN.— La joven Yamilka Domínguez tiene 20 años de edad y cada uno de estos los ha vivido, junto a su familia, en una misma calle de la Ciudad cubana de los parques. «Siempre me ha gustado viajar y conocer lugares interesantes; había leído sobre Cayo Bariay, que está relativamente cerca de Holguín. Sin embargo, esta es la primera vez que lo visito», nos confesó sonriente, con su cámara fotográfica en ristre, justo en el mismo histórico sitio por donde el Gran Almirante Cristóbal Colón arribó a las costas de Cuba junto a los tripulantes de La Niña, La Pinta y La Santa María un lluvioso 28 de octubre de 1492, hace ya casi 519 años.
«He visitado centros recreativos de carácter histórico, incluso de otras provincias, pero después de conocer Bariay pensé que debía haberme esforzado por venir antes; primero, porque me ha dejado encantada, y segundo, porque es un lugar de obligado interés», añadió la joven con aires de satisfacción.
Nos encontramos a unos 37 kilómetros de la ciudad cabecera provincial, en un pintoresco punto costero del municipio de Rafael Freyre, donde se encuentra emplazado el Parque Monumento Nacional Bariay. Junto a Yamilka se hallan también José Luis, su novio, y su hermana Maday, de nueve años de edad.
Lo cierto es que no salimos de nuestro asombro mientras advertimos que no son ellos los únicos holguineros que acaban de «descubrir» este emblemático sitio; gracias a una de las opciones recreativas ofertadas este verano a la familia holguinera por la empresa de Campismo Popular.
«Lo que más me gustó fue el baile areíto de los indios y el Museo de la Aldea, donde están las ollas de barro con las que ellos cocinaban», opinó la pequeña Daymaris, de ocho años.
En tanto, la sorpresa que prefiere compartir el estudiante universitario René Pupo es la curiosidad que les «regaló» el guía. Ataviado en perfecto uniforme militar de la época, este les manifestó que si pudieron llegar por tierra hasta el cayo, fue a través de lo que debería hoy conocerse como el primer pedraplén construido en el archipiélago.
«Cuentan que lo hicieron los soldados del ejército colonial español para poder abastecer un fortín de madera que estaba destinado aquí y del cual existe una réplica», apuntó el estudiante de Lengua Inglesa.
«La posibilidad de visitar esta instalación turística siempre ha estado a la mano; lo novedoso es que como nuestra oferta incluye la transportación, entre otros aseguramientos logísticos, son muchas más las personas que ahora la encuentran asequible», reflexiona Esteban Hidalgo González, especialista comercial de Campismo Popular en Holguín.
Se trata particularmente de la gira organizada bajo el título de Encuentro entre dos culturas, la cual se puede reservar en la oficina comercial al precio de 48 pesos por persona, en moneda nacional.
Como parte de los atractivos históricos y de lo mucho que puede aprenderse, la estancia en Bariay incluye un recorrido por el monumento dedicado a este acontecimiento.
«En el horario de la tarde, los excursionistas prosiguen viaje hasta la base de campismo de la Silla de Gibara, donde almuerzan y pueden disfrutar, además, de un refrescante baño en la piscina de esa instalación», precisó Hidalgo González.
A varios kilómetros de allí, en el histórico sitio de Birán, en el municipio de Cueto, se hace realidad otro itinerario que por sí solo enlaza a varios de los más significativos acontecimientos de nuestra historia común.
«Vine con toda la familia a conocer la casa donde nacieron Fidel y Raúl, pero me voy cargado de anécdotas que me ratifican mejor cómo ellos han podido encarnar y llevar adelante los mejores ideales del pueblo cubano», afirmó el profesor de Matemáticas Alberto Guillén, con su libreta de apuntes en la mano.
Los adolescentes Patricia, Claribel y Luis Mario, compartieron con JR su sorpresa al apreciar la cuna en la cual se mecieron los sueños de Fidel, y la escuelita rural mixta número 15, donde él aprendió las primeras letras.
«Imaginaba que era solo la casa, pero además de la escuelita están la carnicería, el correo, el hotelito, la casa de la abuela, el bohío de los haitianos y la valla de gallos. Todo se salvó gracias al esfuerzo de Celia Sánchez», nos contó Patricia.
La ruta de los parques
Diseñado expresamente para departir en familia o con las amistades, una propuesta de la Oficina de Monumentos, perteneciente al Centro Provincial de Patrimonio Cultural en Holguín, acaba de sumarse a las ofertas de esta temporada veraniega bajo el sugerente tema de Por los parques y calles de Holguín.
Hirán Pérez Concepción, director de la citada institución, informó que esta iniciativa propiciará que «andando las calles de Holguín la familia conozca, aprenda y aprecie mucho más esta ciudad donde vivimos».
Con punto de partida en el escultórico Mural Orígenes, en el parque Julio Grave de Peralta, los especialistas del Centro de Patrimonio se encuentran a disposición del público los miércoles de cada semana, lo mismo para conversar de arquitectura y de tradiciones, que para polemizar acerca de los mitos y leyendas más perdurables en la historia de la ciudad.
Entre las pausas más interesantes y desconocidas para el caminante se ha escogido la actual sede de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), donde residió temporalmente el ilustre capitán del ejército español Federico Capdevila, quien con su hidalga postura en defensa de los ocho estudiantes de Medicina de la Universidad de La Habana, en 1871, legó una de las páginas más gloriosas de la historia cubana.
Recorridos por el Museo provincial de Historia, la Iglesia San José, la Casa de Iberoamérica, la Loma de la Cruz y la misma sede del Centro de Patrimonio de la provincia, donde residió el doctor José Agustín García Castañeda, primer historiador de esta ciudad, satisfarán las expectativas del caminante.
Quienes apuesten por el disfrute de un verano en el cual aprender de la Historia y recrearse no están reñidos, tienen un justo referente en Holguín.