«¿Quién entre nosotros sabe de la presencia de Máximo Gómez en el Sur del Jíbaro?». La pregunta la hicieron los pioneros en la primera asamblea municipal de la organización en Sancti Spíritus, y ello suscitó un debate sobre la importancia del conocimiento de la historia local. Autor: Juventud Rebelde Publicado: 21/09/2017 | 05:05 pm
LA SIERPE, Sancti Spíritus.— ¿Qué sería de Cuba sin esos duendes con pañoletas que nos alientan a enfrentar la cotidianidad, en especial cuando señalan aquello que desde nuestra estatura muchas veces no vemos?
Lo espontáneo de la niñez, junto al grado de responsabilidad que paulatinamente adquieren, motivó la reflexión de quienes participamos en la asamblea sierpense V Congreso de la Organización de Pioneros José Martí (OPJM), la primera con carácter municipal desarrollada en esta provincia.
«¿Quién sabe sobre la presencia de Máximo Gómez en el Sur del Jíbaro?». Quedó desnudo el auditorio infantil ante la interrogante lanzada por Isvel Reina, presidente de la Organización en la provincia.
El desconocimiento del pasado de la Patria representa una de las deficiencias que tienen algunos de nuestros jóvenes, aún cuando los hechos históricos pertenezcan a su entorno inmediato. Así lo reconoció el niño Alejandro Hernández.
Por eso la pionera Lizandra Rendón intervino para cuestionar algunos métodos aburridos y memorísticos con los cuales se imparte aún Historia de Cuba. «Sobre nuestros mártires no podemos aprender solamente con la tiza y el pizarrón, porque si no todo se olvida al salir al receso».
Quien asistió a este espacio de reflexión comprendió que aún nos falta aprovechar óptimamente los sitios históricos, explotar lo local como referente para ofrecer a los pequeños no solo una fuente de cultura general, sino también una fórmula para comprender el presente y proyectar el futuro.
Desde el aula no podemos seguir enfocando el pasado como el enfrentamiento entre buenos y malos. Sin subestimar a los alumnos de Primaria y Secundaria, se exigen matices sobre las personalidades, con el objetivo de mostrarlas como seres reales, carnales, dignos de imitación, alcanzables. Para ello resulta fundamental la preparación del profesor.
Elianny Fernández Villarrueta, estudiante de noveno grado, introdujo el tema de la orientación vocacional: «Ahora que las becas se encuentran más ligadas a las necesidades del municipio, deberían fortalecerse los círculos de interés».
Lázaro González expuso que en muchas escuelas del territorio no existen suficientes espacios de este tipo, cuando debían constituir hoy las herramientas fundamentales para encaminar los intereses de los más pequeños hacia las exigencias de nuestra economía.
Ante la interrogante de quiénes trabajarán la tierra aquí cuando sean grandes, ninguno de los presentes levantó la mano. Resulta lamentable que en un territorio como La Sierpe, con uno de los principales complejos arroceros de Cuba, no estén consolidados los círculos de interés relacionados con las especialidades agropecuarias, según trascendió.
Al igual que en congresos anteriores, el proceso asambleario previo al magno encuentro de los pioneros, hasta en los puntos más intrincados de nuestra geografía, entrena a las más nuevas generaciones en el ejercicio de la participación ciudadana.