En el Día Internacional de los Trabajadores millones de personas en América Latina y el Caribe viven una jornada más pero como desempleados, ya sea por la aguda crisis económica que afecta la región o por el atraso económico histórico que sufren los obreros y campesinos que habitan esta parte del mundo.
Según el informe Panorama Laboral 2009 de la OIT en América Latina y el Caribe hay cerca de 18 millones 100 mil desempleados, aunque se ignora la cifra muy superior de los realmente desprotegidos, señala un despacho de Prensa Latina.
La crisis económica cobró dos millones doscientos mil puestos de trabajo el pasado año en la región e incrementó la tasa de desempleo casi un punto, del 7,5 al 8,4 por ciento.
En el mundo, el porcentaje de trabajadores en la extrema pobreza se sitúa entre el 7,0 y el 9,9 por ciento, para un incremento de hasta 3,3 puntos en relación con el 2008.
Uno de los sectores que más ha sufrido esta situación son los jóvenes, quienes mundialmente vieron crecer sus brazos parados en 10 200 000 durante el 2009, el mayor incremento desde 1991.
La Organización Internacional del Trabajo, autora del informe, estimó como muy urgente responder al llamado de Naciones Unidas para desarrollar estrategias que les den a los jóvenes la oportunidad de maximizar su potencial productivo mediante empleos dignos.
Actualmente los jóvenes desocupados representan el 44 por ciento del total de los desempleados en el mundo, a pesar de que su participación en la población laboral es sólo del 25 por ciento.
El director general de la OIT, Juan Somavía, consideró que la incapacidad de las economías para crear empleos decentes y productivos amenaza especialmente a «mujeres y hombres jóvenes» afectados por el déficit de oportunidades de trabajo decente y por los altos niveles de incertidumbre económica.