Rusia está desarrollando con gran interés sus relaciones políticas y económicas con América Latina, aunque la crisis ralentiza el proceso: si entre 2004 y 2008 el comercio de Moscú con la región se triplicó (de 5 800 millones de dólares a 16 000), en 2009 cayó en un tercio, debido a que muchas empresas rusas fueron afectadas por el contexto económico global.
No obstante, según explicó la Doctora Olga Grídchina, de la Universidad de La Habana, «Cuba fue el único país de la región con el cual el comercio aumentó en 2009.
En conversación con JR, tras su intervención durante la sección final del XII Encuentro Internacional de Economistas sobre Globalización y Problemas del Desarrollo, en el Palacio de Convenciones de La Habana, explicó que Rusia quiere ser más activa en su relación con América Latina y el Caribe y piensa colaborar con varias de las esferas en que es más competitiva; por ejemplo, la energética, los hidrocarburos, y tiene muchos planes en minería, comunicaciones y cooperación aeroespacial, sobre todo con Brasil.
«Las materias primas (como los combustibles fósiles) tienen su límite; Rusia es muy rica en materias primas, pero todo tiene su fin —apunta Grídchina. Algunos no piensan en las generaciones futuras, y aprovechan la situación actual, pero sin el desarrollo de la alta tecnología se afectará el país».