La construcción fue uno de los sectores priorizados este año en Las Tunas Autor: Ariel Cardoso Publicado: 21/09/2017 | 04:53 pm
LAS TUNAS.— Los resultados obtenidos por esta provincia en diferentes esferas de la producción y los servicios al concluir 2009 corroboran el extraordinario esfuerzo realizado para resarcir los daños dejados a fines de 2008 por los huracanes Ike y Paloma, los más letales de su historia.
Entre las conquistas más destacadas figura el sector de la vivienda, sin dudas el más afectado por los desastres naturales referidos, que cumplió su plan de inversiones con la construcción de casi 2 000 casas y la solución por la vía de la restauración de la mitad de los derrumbes totales provocados por los ciclones.
La esfera agroalimentaria exhibe también saldos positivos. Durante el año pasado entregó en usufructo, a más de 7 600 jubilados, trabajadores y cooperativistas de los ocho municipios, un total de 75 300 hectáreas de tierras ociosas, de las cuales 39 000 están ya en producción agrícola variada o desarrollando la cría de animales.
El sector de la salud consiguió de nuevo una tasa de Primer Mundo en la mortalidad infantil, con 3,6 por cada mil infantes nacidos vivos, la segunda mejor de su historia. Sobresalen el municipio de Majibacoa, donde no se reportan decesos desde hace dos años, así como los especialistas del Programa de Atención Materno Infantil (PAMI) y la atención primaria. En la provincia nacieron 6 863 niños durante el 2009. Se destaca además la reparación de 300 unidades asistenciales.
En los municipios la inauguración de obras con el apoyo de organismos y del trabajo comunitario resultó una constante. En el kilómetro 23, barrio rural perteneciente a Jobabo, fueron abiertas recientemente una tienda, una escuela primaria y un círculo socio-cultural. Varias viviendas resultaron beneficiadas con nuevas cubiertas.
La fábrica de guantes quirúrgicos —única de su tipo en el país y que fue rehabilitada con financiamiento del ALBA luego de tres años de paralización— produjo cinco millones de unidades, además de cumplir su plan de sustitución de importaciones. El colectivo de la fábrica lanzó al mercado también 300 000 pares de guantes domésticos, una línea secundaria pero que tiene alta demanda en la población.
Fue también un buen año en materia de planificación de consumo de electricidad. La provincia ahorró 2 248 toneladas de petróleo con un uso racional de portadores energéticos, la sustitución de motores altamente consumidores por otros más eficientes y de lámparas de 40 watts por otras menos gastadoras.
Además fueron reparados 26 círculos infantiles y 519 centros de los diferentes niveles de la enseñanza. Un total de 593 familias convirtieron sus hogares en escuelas, para evitar atrasos de los programas docentes mientras muchos de esos centros eran puestos de alta para reiniciar sus actividades.