La primera secretaria del Comité Nacional de la UJC, Liudmila Álamo Dueñas, felicitó al doctor Zolio Placeres por su elección como delgado directo Autor: Calixto N. Llanes Publicado: 21/09/2017 | 04:52 pm
«Creo que como jóvenes y médicos la primera meta que tenemos es ser buenos doctores, capaces de sentir que esta Revolución es nuestra, y que vamos a defenderla y a cambiar lo que deba ser cambiado, como apuntó nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro».
Quien así se expresa es el joven doctor Zoilo Placeres, especialista en Medicina General Integral y en Cirugía General, quien fue elegido este jueves como delegado directo al IX Congreso de la UJC.
La selección del novel galeno para representar a los jóvenes del Hospital Clínico Quirúrgico Hermanos Ameijeiras, ocurrió en coincidencia con la celebración del Día de la Medicina Latinoamericana.
Se trata por tanto, advirtió Zoilo, de que cada persona haga su trabajo de la mejor manera, que se comprometa y se identifique con su profesión, especialmente en un sector tan humano como la salud pública, y que como otros atraviesa disímiles problemáticas.
Los jóvenes médicos reconocen la necesidad de analizar y enfrentar los desafíos sociales para llevar a cada paciente una atención médica humana y profesional. Con más de 76 800 militantes de la UJC, este sensible sector puede lograr una atención integral de salud desde la familia hasta los centros hospitalarios, pues una buena parte de sus miembros compone la vanguardia de la juventud.
Seguro de que en las nuevas generaciones está el futuro de la Revolución, el joven doctor reconoció que hay que hacer más conciencia en el trabajo, implicarse, y retomar las enseñanzas heredadas de nuestros padres, sus valores, para que nuestro sistema social siga adelante.
«Este año hemos encauzado el trabajo de la UJC hacia una reflexión que nos haga reafirmar la condición ética y moral, y la excelencia en el servicio médico a los pacientes», apuntó.
Destacó que a través de la organización juvenil se han ramificado las discusiones, desde las asambleas abiertas, con la participación de los no militantes, para que todos los jóvenes se integren y se vean reconocidos en este proceso, que es ante todo de la juventud cubana.