Desde hace un año, la actividad salinera del país se recupera satisfactoriamente hasta garantizar la disponibilidad del producto no solo en el mercado nacional, sino fuera de fronteras Autor: Lisván Lescaille Durand Publicado: 21/09/2017 | 04:51 pm
CAIMANERA, Guantánamo.— Severamente afectada por las intensas lluvias de 2007 en Guantánamo y los eventos climatológicos de hace un año, la actividad salinera del país se recupera satisfactoriamente hasta garantizar la disponibilidad del producto no solo en el mercado nacional, sino fuera de fronteras.
Así lo aseveró la ministra de la Industria Básica, Yadira García Vera, al visitar la mayor fábrica de sal del país, ubicada en Caimanera, que sobrecumple en más de 12 000 toneladas su plan de extracción, estimado en unas 90 400 toneladas.
«Es el mejor momento de la actividad salinera, reflexionó Yadira, no solo por el alza de los indicadores de producción y la mejoría en los parámetros de calidad de la sal yodada que recibimos los cubanos, sino porque empieza a explorarse un mercado seguro para sus exportaciones.
«Hubo momentos en que el país necesitó importar volúmenes de sal para satisfacer la demanda, explicó la titular de la Industria Básica, quien en respuesta a una interrogante de JR, aclaró que la disminución en los per cápita de entrega a los núcleos familiares no es atribuible a la disponibilidad del producto, sino a requerimientos de las autoridades de Salud Pública que demostraron el sobreconsumo de los cubanos en comparación con los estándares de la OMS.
La integrante del Buró Político, acompañada de Luis Torres Iríbar, primer secretario del Partido en la provincia, valoró la consagración de ese colectivo de trabajadores, responsable de suministrar la sal al 50 por ciento de la población cubana, residente en las provincias de Ciudad de La Habana, Pinar del Río, La Habana, Santiago de Cuba, Guantánamo y Villa Clara; pero que, en tiempos de contingencias, atiende la demanda de otros territorios de la nación.
El aporte guantanamero tributa sensiblemente a las metas del país de extraer unas 250 000 toneladas y procesar las 180 000 destinadas al consumo social, la canasta básica, y la producción industrial, propósito que se complementa con las entregas de las fábricas de Camagüey y Matanzas, descontando a Las Tunas, paralizada aún, según explicó a la prensa el ingeniero Iván Martínez Leyet, director del Grupo Empresarial GEMINSAL.
Yadira destacó el positivo impacto de las inversiones en la industria caimanerense que favorecieron los procesos de evaporación, concentración y cristalización, con la introducción de mejoras tecnológicas en las líneas elaboradoras de la sal seca y húmeda, la instalación de cuatro máquinas para el envasado de bolsitas de un kilogramo, la reparación de una conductora de salmuera y de su almacén central.
La titular del MINBAS reconoció las dificultades que genera la escasez de algunos insumos determinantes para la industria, pero exhortó a continuar trabajando con inteligencia, ahorro energético y la mentalidad de diversificar las producciones de otros derivados como los desodorantes.
Orientó igualmente minimizar los riesgos de pérdidas en lugares vulnerables para la producción de sal como las lagunas de evaporación, sobre todo ante eventos climatológicos, cuyos daños hacen retroceder significativamente la actividad salinera.
La comitiva recorrió también la central energética fuel-oil Guantánamo 2, puesta en funcionamiento recientemente, que junto a su similar Guantánamo 1 y otros cinco emplazamientos de batería a base de diésel generan unos 100,4 megawats-hora capaces de asumir la carga eléctrica de la provincia ante cualquier contingencia.