Incluye la reparación y restauración de decenas de inmuebles multifamiliares, instalaciones de salud, educación y comercio y es una de las tantas obras acogidas por los lugareños en el advenimiento del Día de la Rebeldía Nacional
Holguín.— Para los habitantes de la llamada Ciudad Cubana de los Parques, el populoso reparto Pedro Díaz Coello es también conocido como una de las zonas más distintivas que conforman ese otro «Holguín moderno», nacido con la Revolución.
En la segunda mitad de los años 70, como parte del plan director para el desarrollo urbano y socioeconómico de la ciudad cabecera provincial, el auge constructivo inicial en esta zona estuvo marcado precisamente por la primera celebración en Holguín del acto central por el Día de la Rebeldía Nacional, el 26 de Julio de 1979.
Escuelas, edificios de vivienda, centros universitarios, instituciones de la salud, comercios, hoteles, un estadio y la Plaza de la Revolución Calixto García, son algunas de las obras que se construyeron en los años posteriores a aquel acontecimiento.
Con el tiempo este reparto, que lleva el nombre glorioso de un mártir de las Pascuas Sangrientas de 1956, se fue convirtiendo en uno de los mayores núcleos poblacionales de ese nuevo Holguín, enclavado al este del centro histórico de la urbe.
¿Reparto o hervidero?La llegada del período especial detuvo la marcha de muchos de los planes y proyectos sociales concebidos. Sin embargo, viene haciéndose realidad por estos días la ejecución del programa para la reanimación urbanística del reparto Pedro Díaz Coello.
En medio del bullicio de camiones y equipos de la construcción, conversamos con el ingeniero Gil Ricardo Ricardo, coordinador general de la obra, quien nos informa que se trata de la ejecución de unos 28 objetivos, encaminados hacia la reparación y restauración de decenas de inmuebles multifamiliares, instalaciones de salud, educación y comercio, así como vinculadas al trazado urbanístico de la zona.
En tal propósito participan agrupaciones como la Empresa Constructora de Obras de Ingeniería 9, la Empresa Constructora de Obras del Poder Popular, la de Servicios de la Dirección Municipal de Vivienda y otras de mayor especialización, como la Empresa de Desmonte y Construcción.
Entre las acciones recibidas con mayor beneplácito por el vecindario figuran la impermeabilización de las azoteas de 20 edificios multifamiliares, la pavimentación de 4,8 kilómetros de calles, la construcción de más de 1 600 metros de aceras y contenes, así como la colocación de luminarias en exteriores.
«Estamos hablando de una infraestructura con la cual este reparto no había podido contar antes. Pero hemos avanzado incluso más lejos, con un levantamiento de las necesidades hacia el interior de los apartamentos, para emprender la reparación de las deterioradas redes hidrosanitarias.
«Los vecinos del reparto lo han recibido con mucha satisfacción. Hay anécdotas muy gratas del apoyo que les están brindando a los obreros. Cada fin de semana se incrementa la participación de la gente, sobre todo en la limpieza de las áreas», agrega el ingeniero.
El vecindario ha sido beneficiado, además, con el acercamiento de servicios gastronómicos y del comercio. Una variada oferta expende ya la flamante pescadería del lugar, mientras la adquisición de productos del agro ha sido solucionada con la organización de ferias, los fines de semana.
«Solamente en el campo de la educación y la salud se trabaja en la reanimación de la escuela secundaria Oscar Ortiz y en la reparación de la primaria Simón Bolívar. También se restauran el policlínico Pedro Díaz Coello, la farmacia y dos consultorios del médico de la familia», precisa Ricardo.
Una de las inversiones de mayor complejidad es la construcción del drenaje pluvial en una de las zonas bajas del distrito, el cual aparece entre los problemas más antiguos y sin solucionar para los electores de la circunscripción.
Con empleo de equipamiento especializado, la zanja que servía para estas funciones será sustituida por una moderna conductora de unos 176 metros. Para garantizar la higiene, el programa incluye la construcción de 20 supiaderos.
También la recreación ganaLas horas de ocio y recreación de los habitantes del reparto podrán ser acompañadas en un futuro no muy lejano, además, con otras posibilidades.
En el pequeño pulmón verde del reparto podrá disfrutarse de un parque recreativo y una cancha deportiva para la práctica de pelota vasca, mediante el rescate de una olvidada instalación.
El rostro de Gil Ricardo parece transformarse cuando nos «dibuja» con sus palabras lo que considera el mayor aporte de los jóvenes en la reanimación del reparto Pedro Díaz Coello. Se trata de la recuperación del vetusto anfiteatro que era utilizado en sus mejores tiempos para la proyección de películas de 35 milímetros.
Se trata de un proyecto acogido por la Brigada de Instructores de Arte José Martí en la comunidad, cuyo solo aporte, por concepto de los murales y las obras plásticas que se acometerán en su ornamentación, le sumarán un alto valor cultural.
En este mismo lugar radicará la dirección del referido proyecto, dedicado por entero al desarrollo del movimiento de artistas aficionados, fundamentalmente con niños y jóvenes.
En la concreción de todos estos esfuerzos, las autoridades políticas y gubernamentales del territorio efectúan un chequeo diario a los avances en cada frente.
Lo cierto es que el Pedro Díaz Coello va cambiando su fisonomía tras cada jornada de trabajo. El contagioso ajetreo de los constructores tiene su mayor premio cuando quienes trabajan fuera del reparto regresan en las tardes a sus viviendas y las descubren gratamente desconocidas.
La joven Yanet me cuenta que en vez de transitar por el usual «trillito de la esquina», el camino hacia casa de sus compañeras de aula es ahora una acera con jardín, mientras el parque infantil y su escuela parecen otros, luego de que los están pintando.
Con más de 86 edificios multifamiliares, solamente en este asentamiento poblacional viven cerca de 30 000 personas, de las más de 324 000 residentes en la capital holguinera. Una cifra nada despreciable si se tiene en cuenta que el menor municipio de la provincia, Antilla, se encuentra habitado por unos 12 000 lugareños.
Es un regalo, por demás, a la gran masa trabajadora y estudiantil residente en este asentamiento poblacional donde, como en muchos otros sitios de la provincia holguinera, se cuentan por miles los que durante estos duros años de trabajo lo han estado entregándolo todo a la Revolución.
Cada jornada de trabajo de la gente contribuye a cambiar la fisonomía del reparto.