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Ana, Bill, Claudette, Danny y Erika son algunos de los nombres que tendrán los fenómenos tropicales en la próxima temporada ciclónica, que se inicia el 1ro. de junio y se extiende hasta el 30 de noviembre, se anunció en la Mesa Redonda Informativa de este martes.
La meteoróloga Giselle Aguilar Oro explicó que, según estudios de especialistas cubanos, la temporada debe ser normal o muy próxima al promedio, es decir, deben formarse en el área nueve o diez ciclones con nombre, y por lo menos uno podría impactar nuestro territorio.
Desde 1995 hasta la fecha, dijo, estamos en un período de alta formación de tormentas tropicales, en lo cual influye que no hay fenómeno El Niño, y que la temperatura superficial del mar es alta, lo cual aporta energía para la formación de ciclones.
El coronel José Ernesto Betancourt Lavastida, integrante del Consejo Nacional de Defensa Civil, precisó en el espacio televisivo que cada año las tormentas tropicales alcanzan mayor velocidad de traslación, con trayectorias que no son fáciles de pronosticar y adquieren gran intensidad en un breve plazo de tiempo, además de que impactan varias provincias o todo el territorio nacional.
Por ello se están perfeccionando los planes y estructuras de dirección de la Defensa Civil, para actuar con mayor precisión en la protección de la población y la economía, administrando bien los recursos y siempre acorde con la situación económica actual.
Entre las acciones que permiten que se enfrenten estos fenómenos meteorológicos con mejores resultados, precisó, se encuentra la evacuación rápida y organizada de la población, no solo a albergues, sino a casas de familiares, vecinos o amigos, con mejores condiciones.
Igualmente destacó que los grupos electrógenos permiten no solo la seguridad de hospitales y otros servicios importantes para la población, sino una recuperación más rápida.
Nuestra fortaleza está en la integración de todos los recursos y fuerzas, precisó. Y destacó que se ha llegado a la protección casi exquisita de la población, pero el cuidado de los recursos materiales no ha sido tan efectivo, por lo cual se precisan los mecanismos que permitan que seamos más eficientes.
La ingeniera Aymé Aguirre Hernández, vicepresidenta del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, precisó que, aunque los primeros cuatro meses del año habían sido secos, hoy el oriente del país ya superó la media histórica para la fecha.
Los fuertes eventos del pasado año han llevado al Instituto a reforzar el trabajo. Entre ellos, la reparación de más de 50 obras, apuntó.
Además, hemos aplicado medidas especiales en aquellas presas que por sus condiciones técnicas o bajo nivel de utilización de las aguas pueden provocar inundaciones, y se realizó la modernización o automatización de cinco de los 15 embalses con aliviaderos de compuertas.
Igualmente dijo que se está trabajando en la limpieza y acondicionamiento de canales, ríos o arroyos que atraviesan ciudades o poblados, para llevar sus cauces a condiciones de evacuación natural.
También precisó que, con la utilización de unos 700 grupos electrógenos, se garantizan los servicios de abasto de agua a la mayor parte de la población.
Por último Ramón Frómeta, viceministro de la Agricultura, explicó que con disciplina y unidad se han ido superando los daños causados por los ciclones del pasado año, así como que esta experiencia servirá para tomar las medidas con el propósito de disminuir las pérdidas en caso de que nos afecte otro fenómeno de este tipo.
Una mejor planificación, la siembra de cultivos de ciclo corto, así como la unidad y la disciplina en el trabajo son la divisa para el éxito.
