GUANTÁNAMO.— El desarrollo arquitectónico de esta ciudad y el sistema para la explotación eficaz de sus recursos hídricos le debe mucho al pensamiento de José Lecticio Salcines, aseguraron investigadores de la obra del insigne guantanamero al conmemorarse hace solo unos días el aniversario 120 de su natalicio.
Autor del denominado proyecto de uso múltiple que propone una solución de abasto de agua potable mediante trasvases para la ciudad de Guantánamo y Santiago de Cuba, a Salcines se le considera aquí un genio, cuya visión sobre el aprovechamiento hídrico trasciende en el tiempo.
Su proyecto garantizaría 200 millones de kilowatt—hora por año y el riego de cinco mil caballerías del árido valle de Guantánamo, utilizando el desnivel de la cuenca de los ríos Guantánamo, Jaibo, Yateras, Baconao e Indio.
La exposición Salcines siempre, abierta en la Oficina provincial de monumentos y sitios históricos, recrea fotos y algunos planos originales de sus obras más representativas, entre ellas: el Colegio teresiano (hoy seminternado Conrado Benítez), el Palacio Salcines, la Plaza del Mercado, el Curato, La Salle y el cine América.
El ingeniero Juan Carlos González, subdelegado de Recursos Hidráulicos en la provincia explicó a JR que buena parte de las soluciones hidráulicas ideadas por Salcines fueron materializadas después del triunfo de la Revolución, mientras otros proyectos de mayor envergadura no se han descartado para futuras inversiones.
Como parte del homenaje, se presentó ayer la primera versión de un texto en su memoria, que próximamente verá la luz, titulado Las huellas del genio, de las investigadoras Ileana Donatien, Danay Lobaina y Odalis Tablada.
José Lecticio Salcines, quien nació en Guantánamo el 7 de mayo de 1889, falleció en La Habana en 1974, al servicio de la Revolución.