«Supimos muy tarde de la visita de la Secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, por eso ni tan siquiera pudimos obtener el permiso para realizar un mitin de siete personas, que se solicita tres días antes de la acción. «Pero no nos quedamos tranquilos, y se encontró una solución. Según la Constitución rusa, una persona sí puede estar en una manifestación una hora sin permiso. Y activistas de Venceremos se turnaron uno a uno, cada una hora, sin violar la ley, mientras esperaban entregarle a Rice el llamamiento a favor de los Cinco. Sin embargo, Rice no pudo entrar a su embajada por la puerta principal: como un ratón tuvo que entrar por una puerta trasera para no enfrentarse a una persona. Ella se asustó de una persona».
Elena Lozhkina, coordinadora del Comité por la Liberación de los Cinco en Rusia. Foto: Roberto Morejón La remembranza la comparte Elena Lozhkina, coordinadora del Comité Nacional por la Liberación de los Cinco en Rusia, en su reciente visita a Cuba, como parte de la jornada internacional por los diez años de injusto encierro de Ramón, René, Gerardo, Antonio y Fernando.
En país tan inmenso como Rusia, manifestaciones como estas son muy recurrentes, aunque muy pocos son tan operativos como el grupo social Venceremos, uno de los responsables de la arrinconada de Rice.
«Es muy interesante la posición del grupo, pues es incómodo hacer grandes mítines frente a la embajada de EE.UU. en Moscú, debido a que la avenida que pasa por ahí es una de las más anchas de la capital. No hay prácticamente acera, y nuestras consignas se pierden en esa gran inmensidad, pues apenas nos podemos escuchar», valora Lozhkina, para quien su estancia en la Isla le permitió descubrir la dimensión humana del caso de los Cinco, así como la capacidad de resistencia del pueblo cubano contra la política hostil de Washington.
«En la esquina —nos sigue contando— hay una calle muy pequeña, pero allí no dan permiso para hacer grandes manifestaciones, solo pueden participar no más de seis personas. Entonces los activistas, que son muy creativos, reparten folletos y enseñan sus pancartas algunas horas, y luego son sustituidos por otros, y así sucesivamente, hasta alargar lo más posible la protesta».
Lozhkina, para quien nada es suficiente cuando se trata de lograr la libertad de nuestros cinco compatriotas, entiende que es muy importante la creatividad de las iniciativas.
«Llenemos la Casa Blanca de protestas», es una de las acciones del Comité en la nación euroasiática. La iniciativa consiste en enviar mensajes cortos a la dirección de la administración Bush. «Cada uno podía elaborar su propio mensaje, pero nosotros recomendamos tres posiciones: “Libertad para los Cinco Héroes”, “Encarcelar a Posada Carriles en lugar de a los Cinco” y “Manos fuera de Cuba”».
Aunque en el momento en que Lozhkina conversaba con nuestro diario no podía ofrecernos los resultados de esa acción, habló de su propia experiencia: «Los dos primeros días que envié mis textos, recibí un mensaje electrónico estándar que me agradecía porque había encontrado el tiempo para escribirles. Pero la tercera vez recibí una nota oficial, diciéndome que mis cartas tenían un formato inadmisible y que estaba afectando el buzón de la Casa Blanca. Por ello, me advertían que mis mensajes no iban a ser recibidos. Evidentemente no les gustó».
Igualmente explicó la importancia de «ser agresivos» en el uso de Internet como plataforma alternativa para llegar a los ciudadanos estadounidenses, a quienes los medios de comunicación de su país les han negado su derecho a informarse sobre el caso.