María de Lourdes (a la izquierda) y Cristina Alicia. CIENFUEGOS.— Los cienfuegueros recordaron en un acto patriótico en el Museo Histórico Hermanas Giral, el asesinato de María de Lourdes y Cristina Alicia, a manos de los esbirros de la tiranía batistiana, el 15 de junio de 1958.
Hace 50 años, las luchadoras clandestinas, pertenecientes al Movimiento de Resistencia Cívica de La Habana (que realizaba acciones colaterales al Movimiento 26 de Julio), fueron asesinadas cuando regresaban a su apartamento de 19 y 4, en el Vedado, tras un viaje a su natal Cienfuegos con el objetivo de ver a su familia en el Día de los Padres.
Ambas, de profundos ideales patrióticos y nervio revolucionario, se destacaron en el acopio de fondos gracias a la venta de sellos y bonos, la confección de propaganda a favor de la causa libertaria y la recogida de ropa y medicamentos para los alzados de la Sierra Maestra.
Su primer domicilio capitalino fue escenario, en innumerables ocasiones, de reuniones clandestinas.
Con posterioridad a la huelga revolucionaria del 9 de abril de 1958, ellas debieron abandonar la casa donde vivían por considerarla poco segura y mudarse para el referido apartamento del Vedado.
Pero una delación condujo a casi un centenar de esbirros a ensañarse con las jóvenes. Cristina Alicia había nacido en 1930, y María de Lourdes en 1936, por lo que ambas eran muy jóvenes al momento de morir.
El Museo Histórico Hermanas Giral, de Cienfuegos, fue objeto de una remodelación integral. El acto de homenaje fue presidido por José Ramón Monteagudo, primer secretario del Partido en esta provincia, y Liudmila Álamo Dueñas, primera secretaria de la UJC allí.