A.N: Llevo tres años de relación estable y menos de uno de matrimonio. Nunca habíamos tenido problemas sexuales, pero ella me ha expresado su deseo de cambiar el estímulo y se muestra interesada en el sexo en grupo (de tres específicamente). A mí la idea no me desagrada del todo, aunque no sé cómo tomarlo con mi mujer. Ella no es partidaria de aventuras en lugares públicos o por el estilo. Las personas que propone son conocidos comunes. Yo no sé cómo reaccionarían ante una eventual propuesta y no sabría cómo llevar la amistad posteriormente. ¿Es recomendable experimentar el sexo en grupo o existe algún otro medio de vivir nuevos estímulos?
Mientras no estés seguro de desear algo y de que luego serás capaz de asumir esa decisión en todas sus consecuencias, no debes involucrarte en variantes de la sexualidad que puedan llevarte más allá de lo imaginado.
La cuestión no creo que radique solamente en nuevos estímulos. Más bien se trata de una fantasía recurrente y estimulante, al menos para ella. Si la pareja necesitase nuevos incentivos no será un tercero el que los proporcione.
Esta es una modalidad sexual poco común como práctica, pero muy insistente como una fantasía. En la década de los 60 se popularizó entre ciertas personas en el mundo occidental junto al intercambio de pareja. No trascendieron como solución contra la monotonía amorosa. La llamada revolución sexual proponía sexo sin posesión, experimentar fuera de la pareja y la distinción entre reproducción y placer sexual.
Son muchos los estímulos posibles, pero ambos tendrían que buscarlos.