El método «Yo, sí puedo» se adapta a la idiosincracia de cada pueblo Cuando este viernes la Organización para la Educación, la Ciencia, la Cultura de las Naciones Unidas (UNESCO) haga justicia al método de alfabetización «Yo, sí puedo», y le entregue en París el Premio de Alfabetización Rey Sejong, en los cuatro puntos cardinales se agradecerá ese gesto.
La noticia se disfrutará lo mismo en América, que en África, Asia, y hasta en sectores humildes de algunos altivos países primermundistas, cuyos analfabetos recibieron la luz del saber mediante este sistema.
«Cuba tiene una visión muy integral del desarrollo, que incluye la educación, la cultura y la ciencia como factores que contribuyen al progreso humano, el bienestar de las personas y la elevación de su calidad de vida», afirmó Herman van Hooff, representante de la UNESCO en Cuba.
El funcionario del organismo de la ONU dialogó con este diario a propósito de que en la tarde de este viernes, el Instituto Pedagógico Latinoamericano y Caribeño (IPLAC) recibirá el mencionado galardón.
Herman van Hoof, representante de la UNESCO en Cuba. Foto: Calixto N. Llanes El Premio reconoce la labor realizada por la Cátedra de Alfabetización y Educación para Jóvenes y Adultos de esa institución educativa, en la cual se originó el método «Yo, sí puedo».
Se trata, admitió o el representante de la UNESCO, de un procedimiento que ha sido aplicado en 15 países, con eficacia probada. «Constituye una contribución importante al empeño por eliminar ese gran flagelo que lacera a muchos países», precisó.
«Este no es el primer reconocimiento que recibe el IPLAC. Ya en 2002 tuvo una mención honorífica de este mismo Premio por la creación de ese método de lecto-escritura», apuntó Van Hooff.
—Cuba ofreció al mundo el «Yo, sí puedo» como contribución para erradicar el analfabetismo, y se pidió a la UNESCO que sirviera de mediadora para su aplicación. ¿Que pasos se han dado al respecto?
—El método fue examinado en una sesión reciente del Consejo Ejecutivo de la UNESCO, donde claramente fue reconocido como un sistema válido. Las decisiones están todavía pendientes de aprobación, pero hay consenso en que se trata de un método significativo y exitoso.
«Entre las funciones del organismo que represento se encuentran validar y servir de puente para los estados miembros en la implementación de estrategias que permitan avanzar en tareas como esta.
«De hecho la premiación de hoy es una expresión de ese aprecio por las instituciones y los métodos que trabajan a favor de estas obras».
Van Hooff explicó que para la selección de los premiados se crea un jurado internacional integrado por especialistas, los cuales emiten su opinión y presentan su recomendación al Director General de la UNESCO.
En esta ocasión fue galardonada también con el Premio de Alfabetización Rey Sejong, la Fundación para la Educación madre-niño, de Turquía; así como recibieron los Premios UNESCO-Confucio de Alfabetización, el Ministerio de Educación Nacional del Reino de Marruecos, y la Dirección de la Alfabetización y Educación Permanente de Rajastán, India.
Con el premio de Alfabetización Asociación Internacional de Lectura fue galardonada la Comisión Nacional para el Desarrollo Humano de Paquistán y fue merecedora de una mención honorífica la Oficina de Coordinación de la Alfabetización de la Provincia de Yunán, de la República Popular China.
El Director de la Oficina Regional de la UNESCO reconoció la labor de Cuba en apoyo a los diversos programas de esa institución, y recordó que nuestro país también ha alcanzado otros lauros y reconocimientos por su labor educativa y cultural.
«La organización está celebrando una jornada por sus 60 años, y por ese motivo editó el libro 60 mujeres que han contribuido a 60 años de la UNESCO. Entre estas hay gran variedad, no solo por su lugar de procedencia, sino por el tiempo y tipo de contribución. Está por ejemplo la Premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú, y también la cubana Delia Vera Medina, coordinadora de las Escuelas Asociadas a la UNESCO en la Isla, lo cual constituye una distinción y un reconocimiento a la labor sostenida y sobresaliente de Cuba en defensa de la educación y la cultura.
«Siempre Cuba realiza contribuciones sobresalientes a los programas que propone nuestra organización, y tiene plena capacidad para responder a nuevas visiones y conceptos. Incluso a las normativas internacionales, como por ejemplo en respuesta a las convenciones internacionales para patrimonio, lo cual se traduce inmediatamente aquí en acciones nacionales.
«La Isla hace también contribuciones muy importantes en el tema de la protección del patrimonio inmaterial, y tiene ocho sitios en la lista de Patrimonio Mundial.
«Entre sus aportes se destaca la Red de Escuelas Asociadas a la UNESCO, con un trabajo sistemático y profundo. Yo visité uno de estos centros en Trinidad, y pude apreciar directamente esa labor, en el rescate de la cultura en su más amplia acepción».
—En encuentros mundiales y regionales los gobiernos se comprometen a cumplir con las metas del milenio de la ONU, entre las cuales figura la alfabetización; sin embargo muchos afirman que esto no será posible. ¿Cuál es su opinión sobre el tema?
—Las expresiones de compromiso y apoyo tienen que traducirse en acciones concretas, porque solo faltan nueve años para el 2015, y las cifras sobre analfabetismo son muy inquietantes.
«Según datos de las Naciones Unidas más de 781 millones de adultos son iletrados y 103 millones de niños no están escolarizados.
«A pesar de todas las iniciativas y compromisos adoptados por los gobiernos, jefes de Estado y ministros de Educación, en el decenio de las Naciones Unidas para la Educación 2003-2012, consideramos que la alfabetización no recibe la atención que merece.
«El analfabetismo tiene un impacto muy fuerte en la sociedad, en la comunidad donde viven las personas, y su erradicación es un factor decisivo para el desarrollo de los pueblos.
«Debemos esperar, por consiguiente, que los gobiernos y los organismos cumplan con sus compromisos, y la UNESCO trabaja día a día para prestar su capacidad técnica y de cooperación».
Por último Herman van Hooff reconoció el empeño que pone Cuba en la elevación del nivel cultural de la población, y en hacer realidad que la educación sea para todos y para toda la vida.
«Según el informe emitido por la UNESCO en el 2006, Cuba aparece en el lugar 21 a nivel mundial en materia de educación. Esto es sin dudas un reconocimiento.
«La Isla se encuentra entre los primeros 44 estados, junto a Francia, Suiza y Finlandia, por ejemplo. Incluso, países desarrollados quedan por debajo de Cuba en materia de educación. Este es un reconocimiento claro al trabajo del Gobierno y del pueblo cubanos.
Una corona merecida
El Premio de Alfabetización Rey Sejón, que otorga la UNESCO, distingue a la Cátedra de Alfabetización y Educación para Jóvenes y Adultos del Instituto Pedagógico Latinoamericano y Caribeño por la labor que ha realizado para hacer progresar las posibilidades individuales de las personas y el potencial de la sociedad, gracias a métodos de enseñanza innovadores utilizados con éxito en más de 15 países, entre los que figuran Ecuador y Venezuela.
El programa «Yo, sí puedo», preparado por la Cátedra, se ha reproducido en distintas partes del mundo y en otras se ha adaptado a los variados contextos sociales, culturales y étnicos de los respectivos países.
El Premio estimula también la concepción de un modelo de evaluación complejo, integrado por variables, que son indicadores e instrumentos destinados a supervisar y calibrar el impacto de los programas de alfabetización, y también de postalfabetización.
El material de postalfabetización está concebido para consolidar y fomentar las competencias en lectura y escritura, ampliar el vocabulario y desarrollar la expresión oral.
Además, abordan temas relativos a la familia, el medio ambiente, la higiene y la salud, los cuales tienen relación con el contexto sociocultural, económico y político de los países en que se aplican.