La tecla del duende
La Tertulia de duendes ocurrentes, que desde hace 14 años se asienta en la capital y es cobijada por nuestra columna, piensa ya en sus 15. Como organizadores de la fiesta, no nos preocupan el traje, el refrigerio o el vals. Porque con amigos como los que se unen en torno a la Tecla, no hay distancias insalvables. Que lo cuenten los holguineros, quienes transitaron el tiempo sobre raíles con la precisión de llegar directamente a la cita, auxiliados por la administración de nuestro diario. Lo puede decir Efrén, que junto a su esposa y su bebé reeditó el trayecto ejecutado por él desde la ciudad de los puentes, para abrazar a viejos y nuevos conocidos. O Tania, que cumplió su promesa y, con una sonrisa, nos hizo emprender el viaje hasta los meses fundacionales a bordo de su voz de mandarina.
Los cuatro fundadores estuvieron presentes.
El Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP) nuevamente acogió la cita y a los trabajadores que allí nos atendieron les extendemos el agradecimiento y nuestra satisfacción. Ricardo Ronquillo Bello, presidente de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), participó como un teclero más en lo que representó su enésima tertulia. Como si fuera poco, nos regaló una crónica sobre la historia de la columna y que expresa el alma de lo acontecido el sábado 16 de febrero. Disfrútenla.
Hay seres fantásticos, que pasan por el mundo como los cometas, esos cuerpos que giran por el universo para ver cuán hermosa ha sido la siembra de sus fragmentos, los mismos que hacen crecer a los planetas y las constelaciones. Solo esa magia puede explicar que 18 años después de germinar la Tecla ocurrente —ese bálsamo del espíritu en las páginas del diario Juventud Rebelde—, la sección en vez de morir renazca, como Guillermo Cabrera Álvarez, quien quiso irse a otra dimensión de este mundo en una partida asombrosamente poética en el mismo centro de Cuba.
Los meteoritos del cometa Guillermo pueden llamarse Jesús o Fernando, y hasta mutar de la Tecla ocurrente a la del Duende, porque lo que nunca cambiará es que seguirán circunvalando el alma de todos los buenos y apasionados soñadores de esta galaxia, que agradece en demasía esa estela de luz, para no dejarse morir entre la indiferencia o la deshumanización.
Cuatro de los fundadores estuvieron presentes. Nancy, Radamés, Tania y Viciedo. Este último regaló un «estreno mundial», tema musical dedicado a su doctora Evelyn. Desde el Yayabo, Ivette Echemendía Cepeda deleitó nuevamente con sus interpretaciones, junto a una tropa liderada por Arminda y que contó también con espirituanos radicados en La Habana. Tal es el caso del estelar locutor Pedro Martínez Arcos, devenido declamador de lujo en la tertulia.
Cary y Julia se hicieron presentes en textos y acciones. Con la guía de la primera, los holguineros entregaron una valija con 270 artículos para apoyar a los damnificados del tornado en la capital, previa coordinación con las autoridades de su territorio. Las ocurrencias de Julia, por su parte, desataron sonrisas en el auditorio. Nieves tuvo sus lágrimas por la emoción del encuentro, que Pedrito supo expresar a su manera, a través de las canciones. Y a través de la palabra, que llegó con Herminio Camacho Eiranova, subdirector de Juventud Rebelde, y quien reconoció públicamente al Duende, por sus 11 años al frente de tertulia y tecla. Mileyda puso el abrazo final, a golpe de reflexiones… y de ejercicios.
El encuentro correspondiente a este mes tuvo lugar en la Casa de la Prensa. Un cumpleaños colectivo coronó la actividad, en la que se ratificó el apoyo a Venezuela y el Sí por nuestra Constitución.
Cañón, Rosy, Cary, Oscar, Haydeé, Javier, Rene, Randy, Calixtín, Daily, Mignelys, Yenny Elis, Zory, Jenny de la Rosa, Carmen Leisa, Cecilia, ¡los extrañamos! Tecleros de La Habana.
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