La tecla del duende
Lo prometido ya no es deuda. Aquí van las líneas de nuestro colegamigo Juan Morales Agüero sobre el aniversario de la tertulia ocurrente en la Rita Longa…
Los tecleros de la Escuela Pedagógica Rita Longa, de Las Tunas, cumplieron recientemente un lustro de ininterrumpida actividad. Durante estos 60 meses, no les fueron ajenos ni las efemérides ni los onomásticos. Tampoco cuanto asunto de sensibilidad convocó a su membresía, integrada por una heterogénea mixtura de edades, profesiones, sexos, simpatías y preferencias. Al frente del grupo, pulsando siempre la clavija indicada, figura Nieves Molina, una mujer toda simpatía y constancia, capaz de nuclear en torno suyo cuanto de bueno y de soñador existe en la parte izquierda de cualquier pecho. La celebración no pudo ser más interesante. Esta vez puso su atención en la jornada de homenaje a los educadores. Nieves se las arregló para concebir 60 minutos de auténtica alegoría para los docentes, representados allí por los estudiantes de la propia Escuela Formadora de Maestros. Desde la exhibición del dibujo animado El Maestrico, que motivó frases de elogio entre los presentes, hasta los poemas declamados y escritos especialmente para la ocasión por los muchachos y muchachas del centro, esta Tecla fue como una exquisita ofrenda a la excelencia. Acertada y oportuna como siempre, Nieves y sus tecleros se encargaron de cerrar todas las grietas a la improvisación, para festejar su quinto aniversario con una hora de sencillo lujo. Sí, como dijo una vez el gran Walt Whitman, «una brizna de hierba vale más que una jornada sideral en las estrellas».
Cuando... Es joven, no tiene experiencia./ Es viejo, está cansado/ No tiene automóvil, es un desgraciado./ Tiene automóvil, llora con la barriga llena./ Habla en voz alta, vive gritando./ Habla en tono normal, nadie escucha./ No falta a la escuela, es un capataz./ Necesita faltar, es un turista. /Habla con los otros profesores, está enredando a los alumnos./ No conversa, es un despreocupado./ Da mucha materia, no se conduele de los alumnos./ Da poca materia, no prepara a los alumnos./ Juega con el grupo, quiere hacerse el gracioso./ No juega con el grupo, es un pesado./ Llama la atención, es un grosero./ No llama la atención, no sabe imponerse./ La prueba es larga, no da tiempo./ La prueba es corta, le está dando «chance» a los alumnos./ Escribe mucho, no explica./ Explica mucho, la libreta no tiene nada./ Habla correctamente, nadie entiende./ Habla el lenguaje de los estudiantes, no tiene vocabulario./ Exige, es rudo./ Elogia, es adulón./ Suspende al alumno, es persecución./ Aprueba al alumno, dio «chance»./ Así es, el profesor siempre está equivocado. Pero si usted consiguió leer hasta aquí, agradézcaselo a él. (Enviado por un alumno agradecido).
Suraine, Elianis, Alietis y Aimée: Gracias por la fidelidad y la belleza. Nunca son inútiles. Teclatunas