La tecla del duende
Un romántico vecino de esta página, el avileño José Aurelio Paz, echó a volar desde el blog La Polilla Cubana, de Rosa C. Báez y desde las páginas del semanario Invasor esta historia de bondad. Contaba José Aurelio, en 2010, la quijotada de un niño inmenso llamado Wiliam, sin más cabalgadura que su silla de ruedas y el optimismo como lanza irrompible contra molinos demasiado absurdos.
Tenía un sueño el muchachón: llevar su colección de llaveros hasta los cien, en un momento en que solo contaba 72. El periodista dio oído, alma y voz a la noble empresa. Y comenzaron a llegar, de muchas partes de Cuba y hasta de otros países, llaveros y llaves del cariño para el catálogo de Willy.
A tal punto que cuando en enero de 2011 volvió el cronista a escribir de su valiente amigo, ya la colección andaba por los 119. Y había fraternos que fantaseaban eufóricos arribar a los 200, los 300... quizá mil. Todo con tal de seguirle el empeño a un niño hombre esperanzado.
El compendio de llaveros siguió creciendo. Pero también los cerrojos del destino para Willy. Y ahora, lo último que supimos de él es que se batía, allá en Ciego, porque las llaves del optimismo siguieran abriéndole el paso. Por eso las líneas de hoy quieren servir de abrigo a su mamá, Amarilys, el hada madrina de este cuento real, que ha soportado, sonriendo para su pequeño, los portazos de la vida.
En los suburbios de La Habana, llaman al amigo «mi tierra» o «mi sangre». En Caracas, el amigo es «mi pana» o «mi llave»: pana, por panadería, la fuente del buen pan para las hambres del alma; y llave por... —Llave, por llave —me dice Mario Benedetti. Y me cuenta que cuando vivía en Buenos Aires, en los tiempos del terror, él llevaba cinco llaves ajenas en su llavero: cinco llaves, de cinco casas, de cinco amigos: las llaves que lo salvaron. (Eduardo Galeano)
Tres tertulias este fin de semana. Los tecleros capitalinos se verán el sábado, en la Facultad de Comunicación (G e/ 21 y 23, Vedado), a las 2:00 p.m. para hablar sobre sus héroes preferidos.// Ese mismo día, en igual horario, se encontrarán en el Museo de Artes Decorativas los ocurrentes de Ciego de Ávila.// Y el domingo, también dos horas pasado el mediodía, los duendes tuneros llenarán el Centro Cultural Huellas. Tema: impulsos martianos.
Lisette: Sin tu adrenalina no puedo girar 360 grados. Daniel
Miguel. A.: No pretendo embriagarte con palabras bonitas sino hacerte saber, aparte del mundo, que mi vida lleva tu nombre. Yose
No sé bien, señora hermosa,/ Lo que sucedió después;/ ¡Le vi a mi hijita en los pies/ Los zapaticos de rosa! (José Martí)