Los que soñamos por la oreja
Yo nací de un camino por donde es posible el regreso, / del Universo que lleva escondido cada brevedad, / de la vida a quien nada ni nadie le sabe el tamaño, / de una palabra que alguna vez lo dijo todo.
Yo nací de lo bello que no siempre agita esperanzas, / de un árbol seco donde algunos trinos se escuchan aún, / de las palabras que cambian de pronto las cosas, / del silencio cuando hay tanto que decir.
Yo nací del misterio de un alma mordida por otra, / de una muchacha que teme pero ama y me saca el amor, / de un cantor que trepa la verdad sin prisa, / del reparador procurando la sonrisa, / de una canción que sin perderse va por el tiempo / porque su sentido es mayor que el silencio.
Yo nací en la locura de ver y creer lo invisible, / de la mentira que lleva engañado quien dice no llorar, / de la muerte a quien nadie le sabe el minuto o la cura, / de la edad del que apenas encuentra pero busca.
Yo nací del misterio de un alma mordida por otra, / de una muchacha que teme pero ama y me saca el amor, / de un cantor que trepa la verdad sin prisa, / del reparador procurando la sonrisa, / de una canción que sin perderse va por el tiempo / porque su sentido es mayor que el silencio.
Los anteriores versos pertenecen al texto de la canción Fe de nacimiento, composición del trovador granmense Axel Milanés. Él es un ejemplo del aporte que el movimiento de artistas aficionados desarrollado en nuestras universidades, ha dado al quehacer musical cubano de nuestros días. Formado como psicólogo, en un momento determinado se dio cuenta de que sus preferencias iban más por el camino de componer e interpretar textos y melodías, en los que, claro está, se percibe la mirada de quien en una etapa se dedicase a analizar los intríngulis de la psiquis y el comportamiento humanos.
Nacido en la ciudad de Manzanillo, el 3 de junio de 1973, como cantautor Axel se ha formado en la escuela de las descargas, presentaciones y conciertos aquí y allá. Su nombre se asocia al grupo de creadores vinculados con lo que se conoció a mediados de los 90 como «cantores de la rosa y de la espina». Su primera actuación de relevancia se produce en 1996, cuando protagoniza un recital en la Casa de las Américas. Después de aquello su presencia sería habitual en cuanta peña se organizase en Ciudad de La Habana. Igualmente, por la época es activo participante de eventos organizados por la Asociación Hermanos Saíz, como las Romerías de Mayo.
Asimismo, es de destacar su experiencia en predios internacionales. Cuando todavía era estudiante de Psicología, en 1995 resulta escogido por la Universidad Central de Las Villas para participar en una gira artística organizada por su homóloga de Oviedo y que incluyó distintos escenarios españoles. Otras naciones donde también conocen de su labor artística son México y Argentina, país este que ha recorrido de extremo a extremo.
En la proyección de Axel Milanés como cantautor, sobresale el hecho de que él no solo se ha dedicado a interpretar sus composiciones. De ese modo, cuando se asiste a uno de sus conciertos, el auditorio podrá escuchar diversas piezas pertenecientes a la trova tradicional, de la que es un fiel devoto y profundo conocedor. En este sentido, las posibilidades que tiene para el canto le facilitan poder montar un variado repertorio, con temas que abarcan tanto el pasado trovadoresco como la obra de sus contemporáneos.
La discografía de este granmense incluye los álbumes Sonsacados en vivo (2002, acreditado al dueto Sonsacado, conformado por él y el flautista César Gaviria), Fe de nacimiento (2003), Viviendo de inventarme (2004) y Buscando luz (2007), todos con producción independiente y editados en Buenos Aires. Además, registra intervenciones en compilaciones o fonogramas de corte colectivo como Antología 1 A guitarra limpia y Cuatro maneras de mirar, ambos publicados por el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau. En el presente, Axel Milanés une a su labor como cantautor, el trabajo de promotor de la cultura cubana, por medio de propiciar en otras latitudes el conocimiento de lo hecho en nuestro país, en particular dentro de los terrenos del vasto campo de la trova.