Frente al espejo
«Doctora, también conocí y añoro sus remembranzas. (Cuando llegué a La Habana, Graziella Pogolotti, domingo 28 de octubre). Qué lástima que nuestra capital haya perdido algunos de esos encantos de ciudad noble y bella... Ojalá el espíritu de sus 500 años nos siembre el respeto a lo que se construya y recuperemos una población educada, noble y solidaria, que tanto necesitamos todos…». (Miguel Ortega)
«Gracias por no cansarse luego de una vida tan bella y plena, gracias por seguir haciendo Cuba a pesar de los obstáculos, grandes y pequeños... Y muchísimas gracias por mostrarnos a los más jóvenes, o menos viejos, como mi caso, el extraordinario país del que somos hijos y al que nos debemos». (Ernesto Díaz)
«El secreto de la felicidad depende, en gran medida, del tonelaje de agradecimiento que atesores en tu conciencia. (Generosos en la memoria, José Alejandro Rodríguez, 27 de octubre). El agradecer se aprende con el ejemplo y la educación. Y es directamente proporcional a la generosidad. Ambas virtudes iluminan el alma de los hombres buenos. Y así, el odio, la impiedad, la envidia, el egoísmo… claudican bajo el influjo benéfico de la gratitud. Un mundo mejor es posible, siempre que la cultura del agradecimiento se globalice y se ponga de moda en el planeta Tierra. Los agradecidos ajustan sus pupilas, y ven lucecitas que permanecen ocultas para los demás. El que no siembre en su corazón la semilla fecunda del agradecimiento, morirá triste, intrascendente y abatido en los brazos famélicos de la soledad». (Martivarela)