Frente al espejo
«Las colas, estimado periodista, son un signo de organización civilmente concebido en todas partes del mundo (La cola, ese mal que nos acompaña, Luis Raúl Vázquez, 11 de mayo). Ahora bien, si su artículo es para criticar las colas «a la cubana», donde uno marca para dos y les da entrada a tres o cuatro de sus parientes o amigos, u otros caraduras que ni piden el último y se cuelan, ahí sí estoy de acuerdo con Ud. Las diferencias de las colas en el extranjero no distan de muchas que decentemente se hacen en Cuba. Por ejemplo, para ver un juego de fútbol en el Bernabéu las colas para comprar la entrada son inmensas, igual en los bancos y supermercados. A pesar del número de cajas recaudadoras, se hacen colas, en ocasiones ágiles, pero colas al fin». (Nébuc)
«Realmente es una aventura transitar por este puente colgante que ya es patrimonio de los mayariceros (El puente colgante de Arroyo Hondo, Luis Hernández Serrano, 11 de mayo). Y eso que hace algunos años, en una de las crecidas del río Mayarí, perdimos uno parecido, ubicado en la zona conocida como Corcovado, pero era el doble de largo que el de Arroyo Hondo. Gracias a Hernández Serrano por visitarnos, cruzar el puente y hacer el reportaje, y también a Emilio Rodríguez Pupo, por la colaboración». (José José Vázquez Ferreiro)
«Qué bueno que ya se pueda filmar en Cuba un tipo de producción como esta (Rápido y furioso, tras su paso por La Habana, Onaisys Fonticoba, 11 de mayo); es una pena que antiguas películas como El Padrino, de Coppola, y Havana, de Sydney Pollack, que tenían previstas en el guion locaciones en La Habana en épocas históricas especificas, no hayan podido ser filmadas aquí debido al bloqueo». (Axel Hérnandez)