Frente al espejo
«La amistad constituye un sentimiento altruista que dignifica el alma de los humanos. (¿Mi amigo?, Omar Olazábal, 31 de marzo). Es un afecto puro y desinteresado que nace, se desarrolla y se fortalece con el trato. El saber que uno cuenta con un amigo nos hace una persona privilegiada, especial y favorecida.
«La verdadera amistad se labra abonándola con amor, con humildad, con transparencia, con tacto, con reciprocidad y con mucho respeto… La amistad influye positivamente en la personalidad, en la actitud, en la felicidad, en la filosofía y en la autoestima de los dos simpatizantes. La amistad se demuestra en la preocupación por el amigo, interesándose por su bienestar, por sus problemas y por sus logros. Un amigo es el que está en todo momento dispuesto a comprenderte y a rectificarte si es preciso; es el que te levanta cuando estás decaído; es el que, desinteresadamente, te ofrece su esfuerzo, su sabiduría y su generosidad». (Martivarela)